El campeón del mundo de ciclismo en ruta, Alejandro Valverde (Movistar Team), desveló que en la recta final del Mundial "solo pensaba en ganar", en no dejarse un "gramo de fuerza" en las piernas, el día después de lograr en Innsbruck (Austria) el primer jersey arco iris de su carrera después de dos medallas de plata y cuatro de bronce.

"Tenía tanta confianza en el equipo, sabía cómo llegaba cada uno de forma porque habíamos estado juntos en Sierra Nevada. Arranqué en el momento justo, y solo pensaba en ganar y no en dejar un gramo de fuerza en las piernas. Me estaban dando calambres en el vasto interno, pero en ese instante lo das todo, porque es la ilusión de tu vida", rememoró en rueda de prensa en la sede central de Telefónica en Madrid junto al seleccionador nacional, Javier Mínguez.

El nuevo arco iris, acompañado por el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, analizó cómo fueron aquellos últimos kilómetros, en los que el equipo francés aceleró la marcha pensando en las opciones de Julien Alaphilippe.

"Íbamos cinco nada más y se quedó Alaphilippe. Pensé: 'Esto se pone bien'. Después se quedó (Gianni) Moscon, y éramos tres. 'Medalla ya cojo', me dije. Sabía que era el más rápido y tenía que tener controlados a los dos. Tirando, pero guardando siempre una 'bala'. Veo que viene Dumoulin y pienso que va a arrancar, y lo hace, pero cuando arranca yo también lo hago y sabe que no iba a hacer nada", explicó.

El 'Bala' prosiguió con su relato triunfal: "Me puse por la derecha para que nadie me adelantara por ahí. Entonces, llegamos a los 300 metros y dije ¡ahora! Miré por debajo del sillín por si se me acercaban, pero sabía que no iban a llegar", repasó entre el silencio de un auditorio entregado, mezcla de empleados de Telefónica, autoridades y prensa especializada.

El corredor murciano quiso compartir la dorada medalla que llevaba colgada al cuello con el resto de compañeros de selección, auxiliares, el seleccionador nacional, los compañeros del Movistar, entre ellos el colombiano Nairo Quintana, uno de los primeros en felicitarle en Innsbruck.

"Esta medalla supone muchísimo, es el resultado del esfuerzo de todos. Yo soy el que doy pedales, pero el esfuerzo del seleccionador, de los compañeros de selección, del Movistar ... te hace llegar a este objetivo con garantías y ganas de hacerlo bien. Por eso esa emoción, esos chillidos. Eran seis medallas, pero es totalmente distinto a ser campeón del mundo", comparó.

En su cabeza ya está el circuito del año que viene en Reino Unido, también los Juegos Olímpicos de Tokyo, la probable culminación de un currículo jalonado de éxitos. "Ya pienso en el Mundial de 2019. También, en el circuito de 2020 de las Olimpiadas. Recién caído pensaba ahí se acababa mi carrera deportiva; luego, que podía montar en bici y más tarde, que podía seguir siendo profesional", indicó en alusión a su grave caída del pasado año.

En cambio, la cosecha de este 2018 es "espectacular": 14 victorias, número uno de la clasificación mundial de la UCI ... "Ni en mis mejores sueños pensaba en eso. Siento ese reconocimiento. Todos los rivales que iban entrando retrasados me hacían gestos cuando estaba en el podio; la prensa internacional, Museeuw, Bettini, Freire ... Todos creían que el ciclismo me lo debía", se emocionó.

Con el "orgullo tremendo" del triunfo en el Mundial, Valverde reconoció que es el mejor triunfo de su extenso palmarés. "Es algo único, todos estaban llorando, mis compañeros, Javier, Eusebio ... Es algo que no tiene precio", aseguró el líder del Movistar Team, con 122 victorias como profesional, un triunfo en la Vuelta y podio en las otras dos 'grandes', Tour y Giro de Italia.

La conjunción de muchísimos factores fueron la clave, según él, de la victoria mundialista. "Eran corredores muy buenos, y a lo mejor en otros Mundiales no ha habido la unión que en éste. Estaba en forma, el circuito era el adecuado y mi condición, extraordinaria después de la Vuelta a España", repasó.

Otro hecho que le dio suerte fue encontrarse con una 'grupeta' de excampeones del mundo como Musseuw, Mauricio Fondriest y el tricampeón Óscar Freire en un entrenamiento previo. "'Éste Mundial va a ser bueno', pensé. ¿Relevo? Por supuesto que lo hay: Enric Mas, Marc Soler, Mikel Nieve, Omar Freire, Landa ... Es difícil que repitan lo que hemos hecho, pero nivel hay. Hay que estar tranquilo", afirmó.

Por su parte, el seleccionador nacional Javier Mínguez dijo que "cuando se trabaja y no se gana se es bueno, pero cuando se gana, eres un matador de toros". "Esto es muy bueno para Telefónica, pero infinitamente mejor para el ciclismo español, para que esa generación que estaba terminando vaya a tener ese relevo", manifestó.

Mínguez explicó cómo se enteró del triunfo de su pupilo. "Íbamos en el coche y nos pararon en la última subida. Apareció Omar Fraile y nos dijo, que va a ganar, que va a ganar. Y nos enteramos por la radio, por la voz de Javier Ares", indicó.