La primera victoria en liga del FC Cartagena, el pasado domingo en el Uva Monastrell de Jumilla, coincidió con la primera vez que Gustavo Munúa alineaba juntos a sus dos estiletes, a sus dos hombres con más gol: Isaac Aketxe y Rubén Cruz. Casualidad o no, lo cierto es que por lesiones y sanciones nunca habían salido juntos de inicio esta temporada, y a las primeras de cambio la pareja dio sus frutos. Para darles cabida, el técnico cartagenerista alteró por primera vez desde que llegó al Cartagonova su intocable 4-2-3-1, el esquema que más resultados le ha dado a lo largo de su carrera y con el que más cómodo se siente para aplicar su estilo de juego.

Visto lo visto en la segunda vuelta de la temporada pasada, dejar en el banco a cualquiera de los dos delanteros del Cartagena es un lujo que un equipo de Segunda B no se puede permitir. La voracidad y la pelea de Aketxe, asociado con la movilidad entre líneas y el olfato goleador de Rubén Cruz, son un auténtico filón que siempre se transforma en dianas. El andaluz, lesionado durante la pretemporada y sancionado en las primeras tres jornadas de liga, regresó a la competición más inspirado que nunca, marcando en su estreno como titular en Copa del Rey, y dando un recital incluso en los días más fatídicos para el Cartagena, como en las derrotas contra el Logroñés o el UCAM Murcia en casa.

Para que Aketxe y Rubén Cruz jueguen juntos, Munúa tiene que prescindir de la figura del mediapunta. Fito Miranda, Moyita, Jesús Carrillo o Julio Gracia han presentado sus credenciales para hacerse con ese hueco, pero ninguno se ha consolidado como un '10' que genere lo que el uruguayo quiere. Moyita y Fito también pueden caer a los costados, donde en principio Santi Jara y Elady eran los titulares. El de La Puerta de Segura es, de momento, el principal damnificado.

Rubén Cruz todavía no ha visto puerta en liga, pero por su rendimiento se antoja complicado que le muevan de ahí. Mientras tanto, Aketxe vuelve por sus fueros tras un inicio turbulento de temporada. Con su socio preferido al lado firmó un doblete en Jumilla con golazo incluido.

Esa pareja transforma el estilo del Cartagena con una dosis de cierta verticalidad, con dos referencias capaces de recibir de espaldas y ganar los duelos aéreos. Desaparece, por tanto, uno de los mediapuntas, más pequeños y más móviles. Ninguno de ellos ha explotado en este primer mes de competición, pero a lo largo de la temporada todo puede pasar.

Lo que no altera el uruguayo es su idea de jugar con un doble pivote con una capacidad enorme para agilizar el juego y mover la pelota. Vitolo y el portugués Rui Moreira fueron los elegidos el pasado domingo, mientras que el sevillano Miguel Ángel Cordero se cayó del once titular. En este inicio de temporada no se ha visto todavía su mejor versión, la que mostró en algunos tramos del curso pasado. Pero a largo plazo, Cordero se perfila como un futbolista esencial, y otros teóricos secundarios como Julio Gracia o Moyita también pueden tener su protagonismo porque se amoldan mucho al estilo de Munúa.

Sin cerrar la puerta al 3-5-2

Al uruguayo se le preguntó también esta semana si valoraba la opción de apostar por un sistema de tres centrales y dos laterales en algún momento de la temporada. Ese sistema tan de moda, el 3-5-2, que hace un lustro lanzó al estrellato a la Juventus de Antonio Conte, y que cada vez utilizan más equipos de La Liga y de la Premier League. En principio no es el dibujo preferido de Munúa, que prefiere un equipo que mueva más la pelota por dentro, pero tampoco descarta utilizarlo a lo largo de la temporada: «Es una alternativa más que podemos llegar a utilizar en algún partido, dependiendo también de las necesidades de cada encuentro», manifestó el propio entrenador albinegro.

Si lo llega plantear, sería un esquema magnífico para la pareja atacante, Aketxe y Rubén Cruz, pero perjudicaría a los jugadores de banda como Santi Jara, Fito o Elady, que se quedarían fuera del once para que entrara otro central y Óscar Ramírez y Jesús Álvaro se conviertan en laterales de largo recorrido.