Decía Gustavo Munúa, entrenador del FC Cartagena, al término del encuentro en el que su equipo caía derrotado ante el UCAM Murcia -1-2-, que a pesar de todo, éste es el camino que debe mantener el bloque que él dirige para alcanzar la gloria. El uruguayo quiere ser fiel a sus principios futbolísticos y eso pasa por no renunciar a lo que predica aunque las circunstancia, no le hayan sido propicias hasta el momento.

Pero los números que acumula este Cartagena que entrena desde el pasado mes de julio no son nada benévolos ni con él ni con los suyos. Tanto es así, que ha logrado igualar el peor arranque del FC Cartagena en Segunda B en su historia tras cuatro encuentros jugados. El mismo lo ostentaba hasta el momento Víctor Fernández, exjugador y posteriormente técnico traído por Paco Belmonte en la temporada 2015/2016.

Con el preparador extremeño el FC Cartagena sumó, al igual que con Munúa, dos puntos en cuatro partidos. Cayó en las dos primeras jornadas de Liga ante el Linares y el Cádiz y empató las dos siguientes contra Linense y Sevilla Atlético. Los malos resultados le llevaron a ocupar la decimonovena posición en la tabla clasificatoria -solo el Linense era peor en ese momento-.

Munúa, por su parte, ha sumado dos derrotas en casa y dos empates fuera. Curiosamente ha conseguido más puntos lejos del Cartagonova que en su propio terreno, donde los equipos fraguan los éxitos.

El tropiezo frente al Granada B y ante el UCAM Murcia no se parecen ni en la forma ni en el fondo. Lo cierto es que este equipo que ahora entrena el uruguayo ha ido mejorando en el escaso mes de competición, a pesar de que no le hayan acompañado los resultados. El plantel sabe a lo que juega y además es capaz de agradar a su público como hizo en los partidos frente al Logroñés y UCAM en casa y ante el Recreativo a domicilio. El gran hándicap que tiene es que no consigue rematar la faena con más de un gol que le de la ventaja suficiente para no pasar apuros cuando atraviesa esas lagunas de fútbol que le aparecen en las segundas partes de los partidos.

Víctor, por su parte, tuvo que cambiar sobre la marcha el esquema propuesto para su equipo cuando los resultados no le fueron favorables. Apostó por ser más cauto, menos alegre en su fútbol y por la fortaleza defensiva que en estos momentos no exhibe el Cartagena de Munúa.

Falta por saber qué es capaz de hacer ahora el técnico albinegro, que ha mostrado en sus declaraciones su firme voluntad de seguir así, sin mover demasiado su esquema sobre el terreno de juego, aunque quizá deba saber interpretar mejor los partidos dependiendo cómo avance el partido y si el resultado le es favorable o no a su equipo.

Un dato en el que también iguala a Víctor Fernández es en el de derrotas consecutivas en casa. El expreparador perdió en dos ocasiones seguidas en el Cartagonova en enero de 2016. En la segunda acabó destituido y llegó Alberto Monteagudo para ocupar su puesto.

Con el de Valdeganga el FC Cartagena no ha perdido nunca dos partidos en casa sucesivos, algo que Munúa no ha tardado demasiado en alcanzar.

El Castellón echa a Escobar

En el Club Deportivo Castellón parece que hayan tenido menos fe en su entrenador. Y es que el preparador que ascendía al equipo el pasado mes de junio lo ha dejado de ser por los malos resultados en las cuatro jornadas que lleva disputadas en el Grupo III de Segunda B.

El sueño de Sergi Escobar terminó ayer. Después de empatar en el campo del Espanyol B fue destituido. El técnico de Almassora apenas ha durado cuatro jornadas en la nueva categoría. Logró en junio el ascenso a Segunda División B y sobrevivió a la escabechina estival en el vestuario. Sin embargo, un flojo arranque de temporada, lejos de las altas expectativas marcadas por el club, han precipitado la decisión del despido.

Con una plantilla nueva y en Segunda División B, Sergi Escobar ha dirigido cuatro partidos. Empató tres y perdió uno. Deja el equipo en zona de descenso. También fue eliminado el pasado miércoles de Copa del Rey ante el Calahorra, después de superar al Conquense en la primera ronda del torneo.