Unas horas después de conseguir la selección española su primer triunfo con Luis Enrique al mando, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, cumplió la promesa que le realizó a José Miguel Monje Carrillo, máximo mandatario de la Territorial Murciana, de visitar la Región. Aprovechando que mañana martes La Roja juega en Elche y recién aterrizado desde Londres, el exfutbolista, que la última vez que estuvo en Murcia fue como presidente de la AFE, estuvo en la sede federativa, en la calle Cabecicos, y por la tarde acudió al campo Las Tejeras, de Los Garres, para presenciar el encuentro de Tercera División que el conjunto local disputó ante el NV Estudiantes.

El canario destacó del fútbol murciano «algunos datos que dan muestras de su crecimiento. Con el presidente José Miguel Monje ha pasado de 12.000 a prácticamente 50.000 licencias», además de ser «una Federación que se ha convertido en un referente de salud porque es la primera que ha conseguido que todos los cambos de fútbol estén cardioprotegidos. Y lo más importante, lo ha hecho con una dosis de generosidad tremenda, que es invirtiendo los beneficios de los próximos cuatro años en esta campaña», que según destacó Rubiales, va a ser reconocida con un premio que se entregará el 19 de octubre en Madrid.

Aunque de momento están comprometidos los próximos partidos que disputará la selección española en territorio nacional, Rubiales dejó abierta la puerta a la celebración de un encuentro en un plazo que no pudo concretar, pero que no sería antes de un año: «Tenemos que hablarlo con los responsables deportivos, que son los que toman en gran medida las decisiones. Hay muchas peticiones y es verdad que los próximos compromisos están adjudicados, pero en Murcia siempre se ha tratado bien a la selección, pero no solamente a la absoluta, porque tiene el récord de asistencia de aficionados a un partido de la sub-21, con 25.600 espectadores en la Nueva Condomina. Es un sitio de referencia porque siempre se ha tratado a la selección con cariño, y ese cariño se lo devolverá la selección, de eso no hay duda».

El máximo mandatario del fútbol nacional también se mostró orgulloso por la imagen mostrada por la selección española en el estreno de Luis Enrique: «Es para estar contentos por ganar en Wembley 37 años después y dejando sensaciones fantásticas, especialmente en la primera parte, aunque acabáramos sufriendo hasta el final ante Inglaterra, que siempre es Inglaterra», indicó, para ensalzar seguidamente el papel del nuevo técnico, quien «es un entrenador metódico, valiente y con una capacidad tremenda, es un ganador y un luchador excepcional», indicó.

En el partido ante Inglaterra se empezó a vislumbrar un cambio generacional en la selección después de la decepción del Mundial de Rusia: «Considero que hay evolución, que estamos expuestos a cambios y que contamos con gente nueva que viene con mucha ilusión. De hecho, en esta convocatoria aparecen 10 jugadores que no estuvieron en el Mundial. Los años pasan para todos», para hacer hincapié también en que «hay que tener prudencia y humildad porque en la alta competición no se puede sacar pecho». Justificando en parte el papel de España en Rusia, el presidente de la RFEF afirmó que «la alta competición se decide por detalles y el martes jugaremos contra una selección que es subcampeona del mundo y llegó hasta ahí pasando varias eliminatorias por penaltis, mientras que nosotros caímos en octavos de final frente a Rusia precisamente por penaltis».

Por último, también se mostró «abierto a cambios» en Segunda B, aunque siempre de «de forma consensuada», dejando entrever que rechaza la posibilidad de crear una liga de filiales y que el objetivo es que «los ingresos tienen que llegar a las categorías más modestas, como la Segunda B y la Tercera y también al fútbol femenino».