El Real Murcia arrancó ayer la Liga dando en el clavo, ya que a pesar de ser el estreno en el campeonato doméstico con todo lo que esto lleva implícito, los pupilos de Manolo Herrero hicieron lo suficiente para llevarse los tres puntos del campo de un Sanluqueño que se quedó sin fuerzas para aguantarle el ritmo a una plantilla muy superior en todos los aspectos, aunque tuvieron suerte los granas en el sentido de que su oponente no estuvo fino para aprovechar las lagunas defensivas que ofreció el equipo visitante, sobre todo en la primera mitad. Al final, los tantos de Manel y de Alfaro permiten al equipo murcianista arrancar la Liga con una sonrisa, algo que siempre le viene bien a un club al que ya se le exigía estar arriba antes de la primera jornada.

Cuando el árbitro señaló el inicio del encuentro se puede decir que los dos equipos fueron muy fieles a lo que quieren hacer, mientras que el Murcia no encontraba el camino para que el balón se moviera con cierta soltura por el césped, el Sanluqueño tampoco se escondió para dejarle claro a su rival que le iba a buscar la espalda de sus defensas con balones largos y tratando de aprovechar las famosas ´segundas jugadas´ que tanto se valoran en la categoría de bronce. Cada equipo enseñó sus cartas y todos los aficionados lo vieron, porque el choque de estilos provocó un poco de desconcierto en los primeros compases del choque.

Los gaditanos arrancaron apretando muy arriba al Murcia y los zagueros visitantes, en este caso los centrales Charlie Dean y Hugo Álvarez, fueron los encargados de aguantar el primer chaparrón. Los problemas aparecían en las filas murcianistas para conseguir que el balón circulara como ellos querían, porque los locales hacían todo lo posible para evitar eso precisamente. A pesar de que ninguno había disfrutado de grandes ocasiones, la primera clara fue para el Murcia. En el minuto 19 Dani Aquino, tras un recorte, habilitó a Héber Pena, pero el ex del Racing de Santander no estuvo acertado y su disparo no fue ni entre los tres palos. Pero fue diez minutos después cuando los visitantes lograron estrenar el casillero particular de goles y no fue ni en una jugada colectiva ni en una contra de libro. El atacante Manel, quien en teoría ha llegado para ser el tercer delantero, se guisó solo, de un balón casi perdido, una ocasión que terminó significando el primer tanto grana en la Liga. El exdelantero del Lorca fue buscando ángulo con el inconveniente añadido de que un defensa local le acompañaba casi abrazado, pero su disparo fue tan certero que sorprendió a todo el mundo.

El gol sí cambiaba las cosas porque el Sanluqueño, entonces sí, se vio obligado a ser un poco menos conservador y decidió poner toda la carne en el asador buscando a sus jugadores más importantes. Si Álex Cruz dejó claro ayer que José Ruiz no es el mismo lateral que hace cinco años, otro futbolista como Mawi se encargó de llevar el primer disgusto a la portería defendida por Mackay en una acción en la que casi todo el equipo pecó de blando. Estando así las cosas y con la diosa fortuna de su parte, Mawi cogió un balón en el extremo izquierdo y se fue corriendo sin miedo a nada, pero hasta el punto de que José Ruiz primero y Alfaro, después, con Sergio Maestre mirando la jugada como un espectador, permitieron al delantero local pensar y prepararse un disparo ante el que poco pudo hacer el meta grana en lo que significó de nuevo el empate.

El hecho de que Armando y Maestre, los dos pivotes del Murcia, llevaran ambos tarjeta amarilla, antes de llegar al descanso, dejaba también a las claras que para frenar a los gaditanos había que emplearse a fondo, aunque la amonestación del capitán fue más innecesaria que la del ex del Badalona.

En los primeros cuarenta y cinco minutos, el Murcia fue un equipo de aprobado en líneas generales, aunque los intentos de desbordar sin éxito de los dos extremos, Héber Pena y Alfaro, los dejaron un poco como las grandes ´decepciones´ de la primera parte.

Lo que sí hizo mejor Falete que Manolo Herrero es que movió el banquillo mucho más rápido y durante un tiempo considerable el Murcia tuvo que centrarse más en defenderse que en pensar en cómo hacerle daño al rival. Y eso que a los granas no les importó en la reanudación olvidarse de eso de que el balón siempre tiene que ir por el suelo y se atrevieron a buscar algún centro lateral mediante Forniés y el propio Jesús Alfaro.

Aunque fuera el primer partido, el mejor jugador murcianista fue Dani Aquino, quien efectivamente dejó claro que no puede ser el ´9´ del equipo, ya que cuando sale del área y coge la pelota se convierte en el jugador clave para elegir dónde va a desembocar la jugada. Eso le pasó al murciano en el minuto 84 y con el Sanluqueño pagando más el desgaste físico aparentemente que los granas, cuando el ´torito´ miró a su izquierda y sirvió un balón a un Alfaro que, en la banda izquierda en lugar de la derecha, amagó un par de veces delante de dos defensores para terminar batiendo al portero por donde menos esperaba, por el palo corto.

Miñano, Corredera y Julio Delgado, nuevos fichajes que ayer debutaron en el equipo grana en Liga, no tuvieron tiempo de hacer méritos, pero la primera victoria del curso le permite a Manolo Herrero, al menos ahora, saber que no va desencaminado con el equipo que quiere tener preparado para luchar por lo que exigen sus jefes, que el Murcia aspire a lo más alto de la clasificación después de armar una plantilla que, tirando de talonario, está muy por encima de la gran mayoría de rivales del grupo IV de Segunda B.