El presidente del Real Murcia, el oriolano Víctor Gálvez, tiene por delante 72 horas para poner a prueba el músculo financiero del que tanto ha presumido al tener que desembolsar una cantidad que ronda los 150.000 euros y que además es el único camino posible para que la Federación inscriba a los catorce fichajes que ha realizado la entidad hasta el momento. Las aportaciones del presidente de la centenaria entidad no serían casi noticia de no ser porque hace ya más de dos semanas que, aunque parezca mentira, tanto el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) como el Consejo Superior de Deportes (CSD) han dictaminado que el propietario legítimo de las acciones es el agente de jugadores Mauricio García de La Vega, después de que estos organismos hayan validado la cláusula mediante la que el mexicano le compró el club a Raúl Moro, la misma persona se lo vendió por otro lado el club a Víctor Gálvez, según las dos partes, a cambio de un cheque de 300.000 euros que fue enviado a los medios de comunicación.

El grave problema de Raúl Moro es que su pataleta por sacar a De la Vega de Nueva Condomina desembocó en una hipotética venta que, de confirmarse en un juzgado que se realizó en dos ocasiones, podría suponer un presunto delito de fraude en la amplia lista de cuestiones que tiene abierta el extremeño con la justicia ordinaria, además de las importantes deudas que tienen algunas de sus empresas con la Tesorería General de la Seguridad Social.

Por todo este lío, Víctor Gálvez va a seguir, según la gente de su entorno, jugando con fuego y poniendo dinero para ir haciendo frente a estas deudas, arriesgándose eso sí a que cuando pase el verano y los juzgados recuperen cierta normalidad se pueda producir el caso de que, en Nueva Condomina, pueda llevarse a cabo un desalojo obligado por su señoría que, al margen de que algunos pudieran verlo como algo vergonzoso para un club de tanta importancia, podría tener un impacto muy grande tanto en la plantilla como en el cuerpo técnico, ya que tanto los jugadores como los técnicos han evitado incluso pronunciarse sobre este polémico tema que podría agitar lo que se esperaba como un inicio tranquilo de temporada.

Además de tirar de chequera de manera inmediata porque los aplazamientos de José María Salmerón y de Víctor Basadre hay que pagarlos de forma obligada, el otro frente abierto que puede cerrar de una vez por todas Víctor Gálvez es cerrar la cuenta pendiente de unos 30.000 euros con el Betis de Valladolid tras el traspaso del exfutbolista grana y actual capitán del Sevilla al Schalke 04 en concepto de derechos de formación.

El gran desconcierto que están viviendo los aficionados ha provocado que la mejor noticia para ellos sea que el domingo empieza la Liga y tratar de dejarlo todo en un segundo plano. Sin embargo, el que más y el que menos está un poco expectante por ver cómo funciona un proyecto deportivo que a primeros de verano iba a ser austero y de consolidación, pero que ahora ha llevado al propio presidente a reconocer que «al final la plantilla va a ser un poco más cara de lo que esperábamos», algo que con toda seguridad va a permitir que la deuda de la centenaria entidad siga aumentando a pasos agigantados.

Jugadores como Charlie Dean, Hugo Álvarez, David Forniés, Armando, Dani Aquino, Jesús Alfaro, Víctor Curto, Chumbi y el hecho de que se haya dejado una plaza sénior libre esperando un último fichaje han convertido la plantilla del Real Murcia de este curso en una de las más valoradas del Grupo IV de Segunda B por los expertos. Todos estos condicionantes colocan al Murcia en la rampa de salida el domingo en casa del Sanluqueño como uno de los favoritos a comenzar la Liga aspirando a estar en lo más alto, una exigencia que no todos los años ha sido tan beneficiosa para la plantilla en estos últimos cuatro cursos en Segunda B desde el descenso administrativo.

El equipo de las primeras jornadas en cualquier caso estará un poco con el 'modo prueba' activado, ya que Manolo Herrero ha realizado muchas pruebas con su plantilla a lo largo de la pretemporada y puede optar por diferentes planteamientos y alineaciones dependiendo de lo que considere el técnico de Jaén, quien tiene que decidir, entre otras cosas, si el último en llegar, el defensa Hugo Álvarez, y el delantero Víctor Curto, recién salido de una lesión muscular, podrían ser incluso de la partida dentro de cinco días en el campo de El Palmar.