La vida y el fútbol dan tantas vueltas que, con el anuncio de ayer de la llegada de Hugo Álvarez para reforzar la retaguardia del Real Murcia, el destino va a querer que finalmente, cuatro años después, dos jugadores que ya habían firmado su contrato con el Real Murcia en el fatídico verano de 2014 y que optaron por marcharse tras el descenso administrativo que sufrió el club por las cuentas pendientes que tenía con la entidad Javier Tebas, el actual presidente de la Liga de Fútbol Profesional, vayan a reencontrarse, esta vez parece que de forma definitiva, en un escenario completamente distinto al que conocieron, salvo por tratarse del mismo estadio, la Nueva Condomina. El británico Charlie Dean y el gallego Hugo Álvarez van a ser, salvo sorpresa de última hora, los jefes de la defensa murciana para la quinta campaña consecutiva en Segunda B, produciéndose la curiosidad de que ambos futbolistas estaban ya firmados por la entidad grana en el verano de hace cuatro años pensando en haber continuado en el fútbol profesional, de no haber sido por un ajuste de cuentas que terminó condenando al Real Murcia al fango de la Segunda B y una situación que año tras año sigue perjudicando todavía más la salud de un club que se sigue manteniendo rodeado de incertidumbre en todos los sentidos posibles.

El caso de Charlie no va a llamar tanto la atención porque el exjugador del Granada y del Elche, entre otros clubes, regresó a Nueva Condomina en el mercado de invierno de la mano del mexicano Mauricio García de la Vega y su llegada fue como una tabla de salvación para el técnico de entonces y actual preparador del Recreativo de Huelva, un José María Salmerón que aprovechó la contundencia y la polivalencia del británico para darle al equipo una autoridad en defensa que antes no tenía. Aunque Dean ya se justificó en su segundo aterrizaje en la casa grana de que su marcha de hace cuatro años fue motivada por una llamada del Elche, el club con el que tenía contrato y entidad que no quería que militase en Segunda B, el adiós de Hugo Álvarez fue un poco menos romántico en el sentido de que llegó incluso a entrenar a las órdenes de José Manuel Aira, pero la 'venganza' del descenso administrativo fue motivo suficiente para que el defensa gallego hiciera todo lo posible por romper su contrato de color grana y poner rumbo a Tenerife para seguir jugando en Segunda División. El 24 de julio de 2014, el día que se presentó a Hugo Álvarez procedente del Jaén, el propio futbolista reconoció que «aquí lo tengo todo, mi novia estudia en la UCAM y Murcia es una ciudad que me encanta para vivir».

Los dirigentes actuales del Murcia han preferido desde el primer momento comenzar a perfilar la plantilla por la parcela ofensiva y el centro del campo, lo que a la larga había dejado la defensa murcianista cogida con alfileres en el sentido de que, a pesar de contar con José Ruiz y David Forniés para los laterales, solo la presencia de Dean daba algo de tranquilidad a unos aficionados que al menos, con el esperado aterrizaje de Álvarez en Nueva Condomina, verán que su equipo va a partir con dos jugadores que sobre el papel deben de ser importantes en la categoría, aunque hay que asumir que el hecho de haber vuelto a realizar una auténtica revolución en la plantilla con catorce incorporaciones hasta el momento y diecinueve bajas concedidas dejan en el aire la fiabilidad del proyecto que comanda Manolo Herrero desde el banquillo hasta que el balón empiece a rodar dentro de diez días y entonces se puedan comenzar a extraer conclusiones mucho más sólidas que con los partidos de pretemporada.

El equipo que le han ido confeccionando a Manolo Herrero cumple algunos requisitos básicos pensando en la obligación de hacer goles, pero el conjunto actual tiene demasiados jugadores para actuar por el centro del campo según algunos expertos, algo que contrasta con no ir muy sobrado de recambios de garantías para jugadores como el lateral derecho José Ruiz, el zurdo David Forniés e incluso para que los dos centrales, en teoría titulares, puedan tener un recambio no solo que actúe de parche, sino que pueda reclamar el puesto de titular si su trabajo sobre el campo es más fructífero que el de sus otros compañeros. La pretemporada se acerca a su fin y el Murcia de Manolo Herrero, tal y como ha insistido Víctor Gálvez, el presidente, desde que lo contrató, tiene que «estar líder desde la primera jornada», una exigencia muy poco tranquilizadora.