Las pretemporadas no sirven exclusivamente para poner a punto a los equipos de cara a los campeonatos ligueros. También sirven para descubrir jóvenes valores. En ese escenario donde los entrenadores dan oportunidades a todos los jugadores para repartir las cargas de trabajo, los futbolistas que parten con un rol secundario o que incluso no figuran en los planes iniciales de las plantillas, encuentran la ocasión para reivindicarse. Eso está ocurriendo en el Fútbol Club Cartagena con Jesús Manuel Carrillo Martínez (Alcantarilla, 11 de mayo de 1999), un habilidoso mediapunta con sobresaliente conducción de la pelota y visión de juego que ha estado entrenado con Gustuvo Munúa desde el primer día aunque su destino era, inicialmente, el filial de Tercera División.

«Tenemos un jugador joven con muchísima proyección. Tiene que aprender mucho pero está metido en la dinámica del equipo», decía el preparador albinegro después de la victoria ante el Villarreal B (3-1) en Pinatar Arena, partido donde Carrillo, después de una actuación discreta, acaparó los focos hacia él cuando marcó el tercer tanto del encuentro. Munúa admitía también «que es un es un jugador que tiene que ir a más, dando pasos chiquitos pero seguros. Es un futbolista con mucha proyección, pero también tiene que aprender mucho. Le va a venir bien estar en el plantel principal, con jugadores con experiencia, y va a aprender muchísimo de ellos», apuntaba el uruguayo, quien con estas palabras dejaba bien claro que su pretensión es que Carrillo esté más tiempo con él que con Juan Lillo en Tercera División. De hecho, ha sido el canterano con más minutos de juego ha tenido durante la pretemporada que concluirá este próximo sábado (21.00 horas) con el Trofeo Carabela de Plata en el estadio Cartagonova con el Club Deportivo Castellón como rival.

Carrillo lleva toda la vida pegado a un balón. Comenzó a jugar al fútbol sala en el Alcantarilla Deportivo FS y poco después pasó al fútbol 11 con el Nueva Vanguardia Alcantarilla. A las bases del Real Murcia llegó de la mano de Paco Jiménez, entonces coordinador de la cantera y quien con anterioridad también había estado colaborando en el club alcantarillero. Desde bien pequeño, este jugador de 1,70 metros convirtió el gol en un modo de vida. Ingresó en las bases granas siendo infantil y cuando dio el salto a cadetes los técnicos decidieron subirlo al juvenil de División de Honor, donde se convirtió en el futbolista más joven del plantel que entonces dirigía José Mapeka. Fue después de proclamarse campeón de España cadete con la selección murciana en 2015, cuando le llegó la llamada para participar en dos ocasiones en las concentraciones de la selección española sub-17.

Después de tres temporadas en el Real Murcia y de andar tras sus pasos varios de los grandes del fútbol español, entre ellos el Real Madrid, con el que disputó el Mundialito de Clubes en 2016, se marchó al Málaga Club de Fútbol. En la Costa del Sol estuvo dos campañas (2016-2017 y 2017-2018), para el pasado curso firmar por el Albacete, cuyo primer equipo estaba entrenado entonces por José Manuel Aira, con quien Carrillo coincidió en el Real Murcia, llegando a entrenar a sus órdenes pese a su corta edad. Con los manchegos jugó tanto en el juvenil de División de Honor como en Tercera, pero este verano recibió la llamada del FC Cartagena, que le ofreció la oportunidad de estar más cerca de su casa -su familia reside en Sangonera la Seca- con un contrato por una temporada con opción a otras dos.

Después de casi cinco semanas de pretemporada, Carrillo ha brillado con luz propia. Debutó en el amistoso ante el Newcastle Jest con un gran gol tras culminar una jugada individual. El martes, ante el Villarreal B, pese a que estaba cuajando su peor partido y andaba desquiciado porque no le salían bien las cosas, terminó con una sonrisa tras hacer el 3-1. Sin duda, ha sido el canterano con más minutos en los partidos de preparación y el que más ha brillado, por encima de Ígor Paim, el brasileño sub-23 que llegó con ficha para el primer equipo. Aunque jugar en partidos de liga será mucho más difícil, este joven valor ha demostrado que está en el camino adecuado para convencer a Gustavo Munúa, quien tras su paso por el filial del Deportivo, está acostumbrado a trabajar con jóvenes. Ahora tiene un diamante en bruto en sus manos al que debe pulir sin prisa pero sin pausa.