El esperpento ha vuelto a Nueva Condomina por vacaciones. Al igual que ocurriese en los meses de marzo y abril, cuando Raúl Moro, Deseado Flores y Miguel Martínez secuestraron el club para apartar a Mauricio García de la Vega y favorecer la entrada de Víctor Gálvez; la resolución del TAS que proclama al mexicano como dueño del 84% de las acciones de la entidad grana ha vuelto a hacer temblar los cimientos de la institución, y es que el actual consejo de administración, pese a tenerlo todo en contra, ha decidido atrincherarse, reforzando el golpe de estado que favoreció su llegada hace cuatro meses.

Si ayer Víctor Gálvez explicaba a los medios de comunicación que la resolución del TAS no cambiaba nada y que "el CSD no iba a inscribir a Mauricio García de la Vega", llegando a afirmar, con el apunte de Toni Hernández, que "el CSD y el TAS son órganos independientes"; en el día de hoy el esperpento ha vuelto a tocar techo con un comunicado en el que Gálvez Brothers, utilizando los medios oficiales del Real Murcia, se declara "propietario legítimo de las acciones del Real Murcia", una compra que se cerró el 4 de abril y que, según la nota, nada tiene que ver con la pelea entre Raúl Moro y Mauricio García de la Vega. Pese a que se ignora el contrato firmado por los dos últimos en diciembre de 2017 y la ejecución de la opción de compra llevada a cabo por el mexicano el 7 de marzo, un mes antes de la fecha en la que Gálvez Brothers dice haber firmado el traspaso de las acciones de Raúl Moro, Víctor Gálvez culpa a los medios de que se "está contaminando el ambiente con medias verdades".

"No es cierto que el fallo del TAS diga en ningún sitio que las acciones deban pasar al señor De La Vega, es mentira, absolutamente. En primer lugar, ni mi empresa ni yo, podemos estar sujetos a ningún tipo de sentencia o arbitraje cuando no hemos estado personados ni ser parte del citado arbitraje, pero no es porque lo diga yo, es que lo dice tanto la Ley de Enjuiciamiento Civil, como la Constitución", escribe Víctor Gálvez, que utiliza la página web oficial del Real Murcia SAD para lanzar una defensa sobre su empresa -Gálvez Brothers- y sus intereses.

Pese a que el oriolano defiende que su sociedad es la propietaria legítima de las acciones del Real Murcia, olvidando que la sentencia del TAS valida un contrato de compra firmado mucho antes de que él apareciera en Nueva Condomina y ejecutado justo un mes antes del acuerdo que él alcanzó con Raúl Moro, sus palabras no están respaldadas ni por el Registro Mercantil, ni por el libro de socios del propio Real Murcia, ni por el Consejo de Superior de Deportes. De hecho, pese a que el contrato de compra del que habla el actual consejo fue firmado el 4 de abril, en el Registro Mercantil las acciones del club grana siguen a nombre de Corporación Augusta -sociedad de Raúl Moro-.

El empresario alicantino, que insiste en que "las acciones, son nuestras, se las adquirimos al señor Moro, y solo un juzgado, en el que se nos denuncie, y en el que seamos parte para poder defendernos podrá quitárnoslas, mediante una sentencia firme e irrecurrible, y ya les garantizo que eso no va a ocurrir, porque la ley está de nuestra parte", tampoco ha sido capaz de encontrar respaldo en el Consejo Superior de Deportes, que le negó la inscripción de las acciones, explicando que no llevarían a cabo ninguna acción hasta conocer el laudo del TAS.

También deja por los suelos la credibilidad de Gálvez el hecho de que su capacidad de decisión dentro del club solo sea posible gracias a un poder firmado por Raúl Moro. Pese a autoproclamarse una y otra vez como "propietario legítimo" del Real Murcia, Gálvez Brothers no aparece registrada en el libro de socios del club como accionista mayoritario. En esa casilla se mantiene el nombre del extremeño. De hecho, en las dos últimas juntas de accionistas, el oriolano ha votado en nombre del cacereño, que le otorgó un poder. Otra circunstancia que desmiente que sea el dueño del club, como insiste en la nota emitida hoy. Además, el contrato firmado con Raúl Moro en abril está condicionado a que el Consejo Superior de Deportes lo autorice, por lo que a día de hoy no tendría validez.

En otro de los párrafos de la nota, en la que se quita una y otra vez valor a la resolución del TAS favorable a Mauricio García de la Vega, se dice que "es un fallo que obliga a corporación Empresarial Augusta S.L. pero, y eso es lo que quiero que entiendan, no es posible. Corporación Empresarial Augusta S.L. no puede transmitir dichas acciones, porque nos las vendió el día 4 de abril, y tanto el señor De La Vega, como Iconos, lo sabían perfectamente, por lo tanto, no se puede transmitir lo que no se posee".

El oriolano insiste en que adquirió las acciones el 4 de abril, por lo que estas no pueden ser devueltas a De la Vega porque ya no pertenecen a Raúl Moro. Víctor Gálvez y su equipo obvian que la resolución del TAS está refiriéndose a un hecho anterior, y es que el contrato firmado por el extremeño y el mexicano es de diciembre de 2017, y la cláusula de compra se ejecutó el 7 de marzo, por lo que, según defienden varios expertos en derecho consultados por esta redacción, el laudo del TAS deja claro que al ser una venta legal, el contrato posterior al que se agarra el actual presidente del Real Murcia no tendría ningún valor.