Sergio Jiménez (Los Belones, 1993), se había convertido en el último jugador nacido y crecido plenamente en Cartagena que quedaba en el primer equipo. Con la decisión de los dirigentes de negociar su baja y dejarlo fuera del próximo proyecto, el jugador deja la primera plantilla huérfana de cartageneros. El centrocampista quiso despedirse de afición y amigos en una rueda de prensa en la que estuvieron algunos de sus ya excompañeros (Pau, Jesús, Cordero, Adama, Mauro, Hugo Rodríguez, Moisés, Rubén Cruz y Abalo), además de un buen número de seguidores, amigos y familiares. El presidente y el director general del Cartagena también asistieron a su despedida.

"Toca marcharme y seguir creciendo fuea de casa, aunque no era mi deseo, pero esto es así y ojalá el Cartagena y Sergio estén el año que viene en una categoría superior", decía el futbolista con rostro sereno y sabiendo muy bien qué es lo que quería transmitir.

Sergio fue amable con todos, pero dejó claro que su salida no era algo que él pudiera contemplar en ningún momento, ya que le quedaba un año más de contrato y consideraba que lo iba a cumplir. "Me dijero que necesitaban otro tipo de jugador y esto es el fútbol. No me lo esperaba", añadía el de Los Belones.

"He intentado darlo todo en cada momento. Sé que hubo ocasiones que estuve mejor o peor, pero nunca he dejado de intentarlo", subrayó Jiménez quien incidía en que "no me esperaba esta decisión del Cartagena. Yo quería seguir aquí". El futbolista renovó en 2016 por tres temporadas ante el inminente fin de su contrato. Él quería seguir y en el club lo consideraban un jugador de peso. Ahora, tres temporadas más tarde, la situación ha cambiado. "No me arrepiento de haber tomado esta decisión", decía el jugador, pero, por otro lado, decía que "salir de casa ahora me ayuda a crecer y me iré a un club donde me sienta valorado y querido", algo que en estos momentos había perdido ya en el Cartagena.

Animó a los que vienen de atrás a que "no pierdan el ánimo, que mantengan firme la confianza porque tienen la capacidad de llegar a lo más alto. Les digo que no se rindan y que con muchas ganas y trabajo lo consguirán".

Asegura que no se marcha ni "defraudado ni decepcionado", con nadie aunque haya puesto fin a su etapa antes de lo previsto.

Sergio acabó saludando y despidiéndose de todos y cada uno de los integrantes del club que estuvieron en la sala de prensa y recibió una sonora ovación que arrancó las lágrimas por su despedida de un club que ha sido todo para él.

Ahora se marcha a otro equipo de Segunda B, probablemente al CD Ejido 2012, algo que, por otro lado, aún está por confirmar.