La improvisada planificación deportiva del pasado verano liderada por Deseado Flores marcó toda la temporada del Real Murcia el pasado curso. Una gestión que contó con varios movimientos incomprensibles y que se tradujeron en una plantilla descompensada y obligada a acudir al mercado invernal para su reestructuración con vistas a alcanzar el objetivo del play off tras un nefasto arranque. «El Murcia no va a esperar a gangas», llegó a decir Deseado Flores por entonces. Un discurso que también han tomado prestado Toni Hernández y Víctor Gálvez, director general y presidente del Real Murcia, respectivamente, en las últimas fechas. Ambos han criticado recientemente los movimientos del último consejo de administración en los despachos, sin embargo, han vuelto a tropezar con la misma piedra.

Las prisas de Toni Hernández por cerrar la plantilla antes que sus rivales en Segunda División B han vuelto a dejar 'colgado' a un jugador que ya tenía todo preparado para iniciar su nueva etapa profesional en la Nueva Condomina. «Vendrá un sub-23 del Elche», desveló Gálvez hace una semana en la rueda de presentación del delantero Chumbi en clara referencia al venezolano Leomar. Sin embargo, el centrocampista no vestirá de grana.

«El Murcia ha faltado a su palabra, no hay más. Llegamos a un acuerdo con el Murcia, y ellos con el jugador. Enviamos toda la documentación y tras once días no tenemos respuesta», indicó Jorge Cordero, director deportivo del Elche ayer ante los medios de comunicación. Leomar Pinto, de 21 años, llegó al Elche en 2016 y tras militar en su filial fue cedido la pasada temporada al Ontinyent. «Son maneras de trabajar de cada club que las respeto, pero no me parecen formas. El fútbol da muchas vueltas», añadió Cordero. Además, también aseguró que el venezolano está «perplejo» por la situación que ha vivido, ya que indicó que llevaba días «buscando piso y dando vueltas por Murcia con su representante». «Había un acuerdo por parte de los clubes. Se había hablado con su director general y deportivo», reiteró Cordero, quien confirmó que el extremo ha regresado a la disciplina del Elche para entrenar con su filial, el Ilicitano.

Este giro en las negociaciones, más propio del sello del pasado más reciente, se une a las salidas de los defensas David Mateos y Pedro Orfila, quienes contaron con más días de vacaciones que el resto de sus compañeros para una semana más tarde recibir la carta de despido. «La gente que está al frente del club no está actuando de manera profesional. No son formas para un club de la categoría del Real Murcia», indicaba hace unos días Mateos en declaraciones a Onda Regional. El conjunto grana todavía necesita incorporar a tres jugadores más para cerrar su plantilla y todavía no se descarta la posibilidad de que algunos de sus actuales jugadores puedan abandonar el plantel que dirige el técnico Manolo Herrero.

Quienes buscarán una salida con total seguridad son el delantero Pablo Aguilera y el portero Simón Ballester, quienes se marcharán como cedidos después de no contar para el entrenador murcianista de cara a la próxima temporada.