De la misma manera que la inmensa mayoría de aficionados han aplaudido la decisión de recuperar a Dani Aquino como estandarte del nuevo proyecto deportivo del Real Murcia, existen muchas más dudas entre los seguidores por la decisión del presidente, Víctor Gálvez, asesorado por el director deportivo, Toni Hernández, de traspasar de manera inminente al centrocampista murciano Juanma Bravo, la última joya de la cantera murcianista. Se trata de un futbolista tan interesante que si Vicente Mir lo utilizó como 'comodín' en dos partidos concretos cuando el equipo se jugaba entrar en la fase de ascenso hace dos temporadas, su alternativa definitiva se la dio el último curso un José María Salmerón que tardó muy poco en darse cuenta de sus cualidades y le hizo jugar 25 partidos en Segunda B que han sido más que suficientes para que su cotización se haya disparado. El descaro y el criterio del joven 'cerebro' grana no ha pasado desapercibido para nadie y a pesar del «músculo financiero» del que presumió el presidente grana a su llegada al sillón presidencial de Nueva Condomina, lo cierto es que no van a poner resistencia para retener a un jugador que, con otra campaña como la última, podría doblar su valor sin ninguna duda.

La decisión de Víctor Gálvez y Toni Hernández, quien aseguró que «el jugador tiene hasta ofertas de Primera División», dejará un pellizco económico en las arcas del club, pero el peaje a pagar será caro porque se pierde a uno de los mejores jugadores de la última temporada en una maniobra que no ha sido interpretada de la misma forma por los seguidores murcianistas.

Aunque el director deportivo haya hablado de ofertas de Primera, la realidad hasta la fecha es que dos clubes de Segunda División, el Córdoba y el Extremadura, son los que más fuerte están pujando por el talentoso centrocampista, aunque desde Nueva Condomina no hay prisa pensando en que el 'producto' pueda encarecerse en los próximos días si aumenta un poco más la demanda.

El principal aval de Juanma Bravo es que si dio el salto desde Tercera División a Segunda B y lo hizo de manera más que notable, algunos expertos creen que por su nivel podría estar preparado para probar suerte en la categoría de plata, pero la principal duda es si la cantidad que pretende ingresar el Real Murcia será suficientemente importante como para justificar delante de los socios el adiós del último talento forjado en la factoría grana.

La decisión hace unos días estaba más 'caliente', pero el interés de varios clubes ha dejado ahora al Murcia en cierta posición privilegiada por el hecho de que, además de la opinión del jugador, el club que más dinero esté dispuesto a poner sobre la mesa será casi con toda seguridad el que finalmente vista a Juanma Bravo con sus nuevos colores.

Si finalmente todo se cierra en breve y Juanma pone fin a su etapa como murcianista, al margen de la alegría de una inyección económica extra, el miedo que tienen muchos seguidores es, cuando empiece la Liga, no tener que añorar la marcha de un centrocampista organizador, una de las posiciones claves para cualquier club con aspiraciones reales de ascender.