El Real Murcia que preside Víctor Gálvez ha decidido saltarse a la torera el convenio colectivo para la actividad del fútbol profesional suscrito entre la Liga Nacional de Fútbol y la Asociación de Futbolistas Españoles después de darle vacaciones extras, hasta el 19 de julio concretamente, al lateral Pedro Orfila y al central David Mateos, dos jugadores con contrato en vigor y que no entran en los planes de una entidad que se arriesga a una sanción federativa por este tipo de prácticas. El citado convenio, en su última modificación de diciembre de 2015, deja claro que «los entrenamientos se realizarán de forma colectiva, no siendo conforme a derecho cualquier apartamiento, salvo los casos por recuperación, enfermedad, lesión u otra causa justificada que deberá ser notificada al futbolista». Por lo tanto, el texto publicado en el Boletín Oficial del Estado prohíbe expresamente apartar a los jugadores excedentes de plantilla o con contrato en vigor y que no se cuenta con ellos.

Tanto Orfila como Mateos tienen que ampararse ahora en el «derecho a la ocupación efectiva del puesto de trabajo», una garantía aprobada a través de un Real Decreto que explica de manera tajante que es ilegal apartar a un jugador sin existir sanción ni causa médica. Los dos jugadores explicaron ayer a este diario que no tienen intención de aparecer hoy por las instalaciones de Cobatillas tras confirmar ambos que habían recibido la orden del club de no incorporarse hasta el 19 de julio, nueve días más tarde que el resto de sus compañeros.

Pedro Orfila comentó ayer a esta redacción que «es la primera vez que me pasa una situación así en mi carrera deportiva y la verdad es que haré lo que me digan mis abogados lógicamente, pero nunca me habían dado más vacaciones que al resto de mis compañeros». Si al lateral gallego le causó sorpresa, una situación similar es la que está viviendo un David Mateos que, según el madrileño, tampoco acudirá hoy a los entrenamientos, pero que se mostró ayer dolido en el sentido de que «yo solo quiero ir a trabajar el día que empiezan los entrenamientos aunque no cuenten conmigo, pero no puedo hacer otra cosa que poner mi caso en mano de los profesionales de este tema».

Hoy están citados todos los jugadores de la plantilla grana para las primeras pruebas médicas y tener la primera toma de contacto con el nuevo técnico, Manolo Herrero, en una sesión en la que no estarán, posiblemente, tres de los mejores del curso pasado, ya que si a Orfila y Mateos les han alargado las vacaciones, el portero balear Biel Ribas se desvinculó ayer del Murcia, aunque no lo hizo por las buenas, ya que la entidad le comunicó su despido de forma unilateral, lo que llevará al jugador a acudir a los tribunales al quedarle todavía un año de contrato. Ribas al menos logró su objetivo y tras un año plagado de impagos y de incertidumbre puso fin a una campaña como murcianista en la que, a pesar de salir por la puerta de atrás, ha sido de largo el jugador más fiable durante todo el campeonato liguero. Además al meta mallorquín no le faltan las ofertas y en este sentido lo ha tenido más fácil que sus otros dos compañeros, quienes todavía tendrán que soportar las maniobras del club para tratar de que se cansen y terminen renunciando.

En el Murcia concretamente, desde el verano de 2006, la afición no tenía que vivir un episodio de este tipo, apartar a jugadores con contrato en vigor sin ningún otro motivo que no entrar en los planes deportivos del club. Los sueldos de estos tres jugadores, efectivamente, eran de los más elevados de la plantilla, aunque hasta el último aficionado sabe que Orfila, Mateos y Biel Ribas resultaron claves para que José María Salmerón desde el banquillo y con ellos en el campo lograra resucitar a un equipo que andaba hundido y a la deriva y que logró clasificarse para el play off de ascenso a Segunda cuando en el mes de diciembre parecía imposible.