José Carlos Mulero es un piloto de Lorca que en agosto cumplirá veintidós años y que está siendo capaz de ponerle alma y corazón a su principal afición, el automovilismo, en concreto al mundo de los rallyes. Y todo con cabeza y coherencia.

El vigor y las ganas de un chaval de su edad cuya ilusión es llegar algún día a lo más alto de la competición en el complejo y caro mundo de los coches, no le eximen de tener los pies en el suelo y ser consecuente con sus posibilidades económicas y personales. Su equipo es EL Mulero Motor Sport. Es decir, su padre, él y unos cuantos amigos que le ayudan.

Lleva corriendo más o menos serio desde hace tres años, aunque su afición es hereditaria: «Mi padre es un apasionado de los coches y él fue el que me inculcó este bendito veneno». Su primera carrera fue el rally Tierras Altas de Lorca en 2015. «Nos tiramos a la aventura con un Seat Ibiza casi de serie. Como era lógico abandonamos por avería mecánica, pero me sirvió de mucho».

Su profesión es comercial de maquinaria agrícola en la empresa Heredia y Mulero, uno de los importantes patrocinadores de José Carlos.

Hace unas semanas ha sido capaz de conseguir su mayor logro, ser primero de su categoría y quinto de la general en el Campeonato Regional de Madrid. «Fue una satisfacción y un premio al trabajo que estamos haciendo», explica.

Este año ha estado participando en la Copa Kobe, pero él quiere cotas más altas. «Estamos trabajando para poder completar el año que viene el Campeonato de España de Rallyes de Tierra y algunas pruebas de asfalto. No me conformo con participar, me veo capaz de ganarlo algún día. Buscamos un preparador de vehículos de competición y estamos buscando un coche competitivo. Necesitamos entre 150.000 y 200.000 euros para ello. Hasta ahora, nos está costando dinero el poco tiempo que llevo en las carreras, pero palos con gusto no duelen. Tengo amigos que nos echan una mano como Excacivil, Remolino, Heredia y Mulero,Akire, Chapa y Pintura 5 Estrellas, Bregauto y Café Bar La Campana. El Ayuntamiento hace lo que puede».

Su principal copiloto es Laura Salvo, una valenciana estudiante de derecho de diecinueve años. «La conocí en las carreras, congeniamos bien y se puede decir que somos pareja. Hemos corrido juntos ocho pruebas, la primera fue en Navalcarnero. De lunes a jueves manda ella, de viernes a domingo es mi copiloto y mando yo (entre risas)».

Capítulo aparte tiene el casco. «Llevo varios componentes significativos. 'Somos Lorca', para que no olvidemos el terremoto; la imagen del Castillo de Lorca y la bandera de la Región de Murcia, además de dos fechas en las que fallecieron personas a las que les tenía un cariño especial», continúa Mulero.

Su actual coche es uno de los importantes reclamos en la exposición que con motivo de los 40 años de los Juegos Deportivos del Guadalentín se está llevando a cabo en el Huerto Ruano de Lorca.