Dos días después de que el FC Cartagena decidiera pasar de página y convertir en historia la reciente trayectoria de Alberto Monteagudo en el banquillo albinegro, ahora todas las miradas se dirigen a su sucesor. En el camino hay varios candidatos, entre ellos Tevenet está a la cabeza de las apuestas, aunque desde la entidad tratan de llevar con sigilo las negociaciones para decantarse por una u otra opción.

El club ha asumido un riesgo importante al prescindir de un técnico que en las dos últimas temporadas les había garantizado disputar la fase de ascenso.En la primera cayeron en la segunda fase y en esta última gozó de hasta dos ocasiones para haber podido ascender.

La apuesta debe ser, por tanto, muy importante para una entidad que con la tutela de Paco Belmonte asumirá su cuarta temporada. El dirigente sabe que ya ha tenido varias oportunidades y que una de ellas debe cristalizar en el ansiado ascenso, pero el camino se les está haciendo demasiado largo y algo peliagudo por momentos.

Contratar un preparador que releve a Monteagudo y logre no solo estar en lo más alto -el de Valdeganga colocó líder al equipo durante 30 jornadas en dos temporadas-, sino que además consiga cambiar de categoría no es tarea fácil. Pero tampoco lo será para el entrenador que venga y se encuentre a una plantilla en la que el 50% de sus efectivos ya tiene contrato en vigor.

Con la supervisión de Alberto Monteagudo o con su beneplácito, el club decidió ir renovando o incluso contratando por dos o más temporadas a un buen ramillete de jugadores. A día de hoy son doce los futbolistas que tienen una vinculación contractual con la entidad cartagenerista.

Lo que en un principio podría ser un tiempo ganado a la pretemporada, puede convertirse en un quebradero de cabeza si el entrenador tiene unos planes diferentes para su equipo.

Lo lógico es que el preparador proponga su estilo y el club decida contratar a tal o cual futbolista, acorde al modelo que pretende el técnico. Ahora bien, la persona que se siente en el banquillo tendrá menos margen de maniobra en este sentido, ya que la portería la tiene cubierta con Pau Torres, al igual que gran parte de la defensa (Jesús Álvaro, Óscar Ramírez y Moisés). En medio campo hay hasta siete jugadores con contrato: Cordero, Sergio Jiménez, Chavero, Abalo, Adama, Hugo Rodríguez y Cristo Martín, mientras que Rubén Cruz es el único con contrato en ataque.

Por otra parte, Paco Belmonte busca en el mercado un entrenador que se ajuste al perfil que siempre ha pretendido en su equipo: el de un bloque con jugadores bien contrastados en la categoría, que no renuncie nunca a llevar la iniciativa y que mantenga una gran personalidad y vocación ofensiva sobre el terreno de juego. En el caso de dar con ese entrenador que se ajuste a dichos parámetros, los jugadores antes citados serían de lo más idóneo para las pretensiones del nuevo inquilino en el banquillo.

En el club tanto Belmonte como Sánchez Breis -director deportivo- están enfrascados ahora en el fichaje del preparador, pero no pueden descuidar la llegada de nuevos efectivos. Aunque barajan un buen ramillete de jugadores, sobre el papel lo prudente es no avanzar más en las negociaciones hasta que el entrenador no esté en Cartagena y dé el visto bueno a las siguientes operaciones en curso.

Además, hay que añadir que algunos de los jugadores actualmente con contrato están siendo tentados por otros equipos tanto de Segunda División B como de categoría superior para marcharse, por lo que las posibles salidas, si las hubiera, también tendrían que ser consensuadas con el nuevo propietario del banquillo albinegro.