Veintidós de los ochenta conjuntos que conformarán esta próxima temporada los cuatro grupos de la Segunda División B son filiales, lo que supone una cifra récord en lo que va de siglo. Si el año pasado eran 20, el descenso del FC Barcelona B y el Sevilla Atlético procedentes de Segunda División hace que el 27,5% de los equipos que jugarán en la categoría de bronce del fútbol español sea dependiente de otro club.

La lista de clubes filiales es extensísima. Además de los dos antes citados, hay que añadir: Villarreal B, Peralada-Girona, Mestalla, Bilbao Athletic, Sporting B, Real Sociedad B, Atlético B, Celta B, Real Madrid Castilla, Valladolid B, CD Vitoria, Granada B, Deportivo Fabril, Almería B, Las Palmas Atlético, Real Oviedo B, Teruel (afiliado al Huesca), Atlético Malagueño, Espanyol B y Atlético Levante.

El número clubes filiales ha ido creciendo en Segunda división B desde comienzos de siglo. Se ha pasado de una media de 12 o 13 filiales en la categoría en los primeros años del siglo XXIa una cifra no inferior a los catorce posteriormente, aunque en las últimas seis temporadas, tal y como informa Iusport, se ha alcanzado una media superior a los 17 filiales repartidos entre los 4 grupos de la Segunda División B.

Una propuesta inviable

La misma web de información deportiva explicaba que no se contempla apartar a los equipos dependientes del resto de clubes y aglutinarlos en un único grupo porque la Real Federación Española de Fútbol entiende que se trastocaría demasiado la composición actual de la categoría.

Este debate ha ido ganando adeptos conforme haido aumentando el númnero de clubes filiales que militan en la Segunda B. Hasta seis equipos han jugado este año la fase por el ascenso.