Tristeza y decepción es lo que se llevó la afición del FC Cartagena del estadio Cartagonova en el encuentro más importante vivido en las tres últimas temporadas: el que le podía dar el ascenso a Segunda División. El equipo cartagenerista empató sin goles y por tanto el Extremadura se llevó el gato al agua gracias al 1-0 que traía del partido de ida.

El equipo cartagenerista tenía todas las fuerzas y los sentidos puestos en este partido, pero quizá llegaba al mismo en el peor momento de la temporada: lastrado por las lesiones (Cordero, Moisés y Cristo Martín) y por las sanciones (Sergio Jiménez), además de en unas condiciones físicas casi al límite que han impedido ver la mejor versión de este Cartagena.

Si a estos factores añadimos que su tándem goleador, Rubén y Aketxe, se va con un gol solamente en este tramo final, podemos concluir que muchas cosas se tenían que dar bien para doblegar al Extremadura. El bloque dirigido por Sabas -el cuarto técnico que ha pasado por el banquillo azulgrana esta temporada-, llegaba más entero a la eliminatoria, dio la cara en Cartagena y contó con sus oportunidades en ataque para haber anotado. Además de no ser nunca un equipo miedoso, supo jugar muy bien sus armas de medio campo hacia atrás y se marcha por la puerta grande del Cartagonova, con un ascenso en el bolsillo tras una temporada convulsa para ellos.

El campeón del Grupo IV, mientras tanto, masculla sus penas. Alberto Monteagudo se marchó desolado del campo y además con los gritos de un grupo reducido de seguidores (no más de veinte) que le pedía su dimisión tras las dos oportunidades perdidas en el play off -Majadahonda y Extremadura-.

Al equipo cartagenero le ha faltado esa dosis de ambición que todos esperaban para poner el partido de su lado desde el primer momento. Si bien es cierto que lo intentó hasta el último minuto, la sensación que ofrecía es que no lograba trenzar el fútbol necesario para poner en apuros a Manu, portero del Extremadura, y jugaba a oleadas, a empujones, sin ser capaz de meter al rival en su campo y presionarle hasta buscar el error.

El preparador decidió prescindir de inicio de Rubén Cruz y propuso a Aitor Ruibal como media punta. El equipo había perdido profundidad en las últimas ocasiones con los dos delanteros y necesitaba un enganche por delante de los centrocampistas para darle fluidez a su juego de ataque. Además, Owusu saltó al campo como titular en la banda izquierda por Hugo Rodríguez, un aspecto que pudo sorprender a muchos porque el africano no ha terminado de cogerle el aire al equipo y su rendimiento en la fase de ascenso ha sido más bien escaso.

Con esas, el equipo no pudo dominar como hubiera querido porque el Extremadura saltó al campo a morder. Impedía con las líneas muy adelantadas que Chavero retomara el control en medio campo y de ahí que todos los balones tuvieran que ser en largo, sin apenas profundidad.

El conjunto entrenado por Sabas estuvo mejor al comienzo y ya Enric Gallego, el más activo de los visitantes en la primera parte, tuvo la primera al aprovechar un mal pase de Zabaco que el goleador del Extremadura cogió para disparar desde fuera del área y mandarla ajustada al palo derecho de Pau, pero fuera.

El bloque visitante no daba respiro a un Cartagena algo estresado porque no podía coger la manija del encuentro. Kike Márquez lo intentó con un chut al borde del área en una perfecta asistencia de Valverde.

El Cartagena empezó a sacarse la presión al cuarto de hora y Aketxe avisó con un cabezazo a centro de Ramírez que se marchó alto. Los locales cogían el tono del encuentro no sin dificultades y en el 21 Ruibal, atento, corrió a por un balón devuelto al portero Manu. En el control, el balón se le marchó largo y llegó a rematar, pero tenía al cancerbero encima ya.

Lo volvió a intentar el Cartagena desde la derecha con un centro atrás de Aketxe al que no llegó ningún rematador local y Gaspar lo intentó, dos minutos más tarde, con un disparo raso que se marchó fuera por poco.

El Cartagena mejoraba por momentos, pero le faltaba ese punto final de agresividad para anotar.

A siete minutos del descanso fue el momento de nuevo para Enric Gallego, que iba a todas en los balones aéreos. El atacante almendralejense se deshizo en la bombilla del área grande de Mejías con un autopase, aunque Ramírez y Zabaco, que andaban listos, llegaron a tiempo para evitar que el balón fuera para adentro. En la siguiente acción, con saque de esquina, rebote y posterior centro al área, el balón se paseaba sin rematador hasta que de nuevo llegaba a Enric, quien parecía tener un imán en los pies. Su duro disparo se fue fuera por poco.

Al Cartagena le estaba costando demasiado poner el peligro en el área rival, pero llegaba al descanso con todas las expectativas intactas para hacer un gol en la segunda parte con la que, al menos, poder igualar de forma momentánea la eliminatoria.

En la segunda parte el Extremadura empezó a pensar en la renta que traía de su casa, de ahí que el Cartagena consiguiera tocar con más fluidez, pero tampoco ofrecía casi nunca la sensación de que cualquiera de sus ocasiones podía ser gol.

Lo intentó Jesús Álvaro en una arrancada desde el costado con dribling y disparo desde la frontal, pero su chut se fue alto. Luego fue Hugo Rodríguez con un lanzamiento flojo que se marchó fuera.

Monteagudo sacó al césped a Moussa para tratar de fijar a los centrales, buscar el balón de espaldas y con los tres delanteros enganchar algún centro.

En la primera que tuvo el africano cedía perfectamente para Rubén Cruz, que remató flojo con la cabeza quizás cuando tenía más recursos para haber anotado. Fue la suya la mejor ocasión a 13 minutos del final.

Pero el último cuarto de hora el partido no tuvo fluidez, porque el Extremadura ajustó bien y solo en balones largos buscando a sus delanteros el Cartagena podía hacer algo de daño.

El partido acabó con la expulsión de Rubén Cruz por una dura entrada con puñetazo a un rival y la roja que también vio Chavero, de fuerte entrada a un contrario, y con la sensación de que se escapa una ocasión única, la segunda en menos de un mes, para dar el salto.