El balance económico del ejercicio 2016-2017 se ha convertido en un culebrón que puede vivir hoy su último capítulo. Después de no aprobarse en abril y de anularse la junta de mayo al defender el consejo de administración del Real Murcia que no había tenido tiempo para elaborar una auditoría en condiciones, los accionistas granas tendrán esta mañana una tercera cita en Nueva Condomina. Será a las doce del mediodía y el orden del día consiste plenamente en votar la aprobación de unas cuentas que, tanto por ley como por los estatutos del club, deberían haberse certificado en diciembre.

Aunque en los últimos días desde la Asociación de Accionistas Minoritarios se había insistido en que el club no les había facilitado la documentación de la auditoría que hoy se someterá a aprobación, finalmente en la tarde de ayer, la AAMRM informó a través de su cuenta de twitter que ya habían tenido acceso a ese balance económico, que será el mismo que hoy, si no ocurre nada extraño, apruebe el consejo de administración presidido por Víctor Gálvez.

Habrá que esperar hasta este mediodía para despejar la incógnita y saber si finalmente se aprueban las cuentas del ejercicio 2016-2017, marcadas por la desastrosa gestión económica de Raúl Moro y su equipo, tal y como han denunciado tanto Víctor Gálvez como Mauricio García de la Vega. En aquel balance económico, que no fue aprobado con el propio voto de un Raúl Moro ausente, el resultado era de unas pérdidas de 1,8 millones de euros, una cifra que podría aumentar considerablemente atendiendo a las últimas declaraciones del actual presidente del Real Murcia. A la espera de conocer los resultados de la nueva auditoría, la deuda del club podría haber engordado en una temporada en 2,5 millones de euros, lo que significará otra cuchillada directa al corazón de la entidad centenaria.

Será la primera junta de accionistas de Víctor Gálvez como presidente del club. En la celebrada en abril, el empresario oriolano, que actuó como vicepresidente pese a no estar acreditado para ello, salió como cabeza visible de un consejo que está integrado completamente por gente de su confianza.

Pero antes de saber si se aprueban las cuentas o no, tanto Enrique López como Stefan Settels, presidente y secretario de la junta, respectivamente, tendrán que decidir si hay el quorum necesario para que se pueda llevar a cabo la cita, otro problema que en abril ya hizo que la reunión comenzase con dos horas de retraso y con muchos de los presentes en contra de la decisión que tomaron Miguel Martínez y Deseado Flores.

Tanto López como Settels deberán decidir quién actúa como máximo accionista del club, y es que las alternativas son distintas. Habrá que ver si en el libro de socios está registrado Víctor Gálvez, pese a que la operación por la que compró las acciones de Raúl Moro no ha sido aceptada por el Consejo Superior de Deportes; o si es el extremeño el que sigue actuando como dueño, teniendo que delegar su voto en el caso de no estar presente. Incluso, como ya ocurrió en la junta de abril, la AAMRM y otros pequeños accionistas podrían defender que no hay quorum al considerar que los propietarios del Real Murcia, según el CSD, son los herederos de Jesús Samper, y es que Raúl Moro nunca se preocupó de pedir al organismo nacional que le validara como socio mayoritario al comprar las acciones que estaban en manos de Gestora Deportiva Murciana.

A la cita de esta mañana en Nueva Condomina tampoco faltará Mauricio García de la Vega, quien volverá a acudir acompañado de un notario para que dé fe de todo lo que ocurra, y es que lo normal es que se le prohiba de nuevo la entrada.