Ocho días después de ponerse en marcha la campaña de abonados del Real Murcia con vistas a la temporada 2018-2019, la queja más generalizada del primer día, la de que no se podía pagar con tarjeta en las taquillas del estadio y que solo se podían retirar los carnés pagando en efectivo, se mantiene de la misma manera, ya que siguen siendo cada vez más las reclamaciones de la gente y de los seguidores que utilizan las redes sociales para criticar esta actitud que se ha tomado desde la centenaria entidad.

De hecho, casi a diario, cada vez que el Real Murcia publica algo en sus redes sociales, bien sea recordar los precios de la campaña de abonados o anunciar su campus de verano, siempre hay algún aficionado que insiste en la misma pregunta: «¿Funcionan ya los datáfonos?», una pregunta que nunca recibe respuesta por parte de los dirigentes en un gesto que cada día que pasa le hace menos gracias a una afición que comprueba con cierta sorpresa como Víctor Gálvez llegó a la presidencia prometiendo «que lo primero iba a ser levantar las alfombras porque la contabilidad en este club no ha existido» y que ocho días después la única manera de retirar los carnés de abonados de las taquillas sea mediante el dinero en metálico, evitando cualquier tipo de registro o de contabilidad.

El asunto que dio a conocer este diario un día después de ponerse a la venta los carnés no se ha quedado en flor de un día, ya que el debate se ha extendido hasta el punto de que en las redes sociales son palpables las dos opiniones, las que critican y denuncian que esta maniobra de no permitir pagar con tarjeta electrónica podría ser hasta ilegal, mientras que también están los que se amparan en que este club tiene embargado cualquier tipo de ingreso que reciba y que no le queda otra que cubrirse las espaldas para sobrevivir. Tras más de una semana en marcha, el club todavía no ha ofrecido ninguna información sobre el número de carnés despachados en estos primeros días de actividad.