El ciclista murciano Alejandro Valverde no quiso «descartarse» para el próximo Tour de Francia, que dará comienzo el 7 de julio, con un «recorrido propicio» para su equipo, el Movistar Team, aunque reconoció que afronta su undécima participación «más relajado», consciente de que tiene «dos compañeros por delante».

«Mi objetivo ha sido durante muchos años ganar el Tour y nunca lo he conseguido. Creo que ahora tengo dos compañeros por delante, tanto Nairo (Quintana) como Mikel (Landa), que están muy bien y salimos con esa idea. Yo no me descarto ni mucho menos, pero salgo más relajado», consideró Alejandro Valverde durante la rueda de prensa previa al Tour de Francia en Distrito Telefónica en Madrid.

«Yo sé que estoy bien pero sabemos a lo que vamos. Voy sin presión ninguna, y sobre todo vamos con la forma bien. Si eso acompaña, será un Tour bonito, aunque luego la posición no sé dónde estaré», añadió.

Precisamente, Alejandro Valverde admitió que la tranquilidad en una gran cita como esta «siempre es un poco limitada», aunque se alegró por ver el «gran entendimiento» de todo el Movistar Team, acompañado de un recorrido que es «propicio» para ellos.

Además, el murciano se siente «por lo menos igual» que el año pasado, después de una grave caída que le dejó fuera del Tour y que está «prácticamente olvidada». Valverde aseguró que tiene motivos para «estar contento» este año, después de once victorias, y pidiendo que a partir del próximo 7 de julio no pase ninguna «cosa rara».

El buen estado de forma del ciclista de Las Lumbreras se ve representado en los datos esta temporada, uno de los mejores de todo el Movistar Team, que le ha hecho ganarse un «gran respeto» del pelotón. «Me da gusto ver cómo me miran los rivales y cómo actúan. Es de agradecer», confesó.

Sin embargo, este buen momento no le impide situarse por debajo de Mikel Landa y Nairo Quintana, las dos principales apuestas del equipo para este Tour de Francia. «Creo que a los dos se les dará bien este recorrido. Los dos están perfectamente para afrontar la alta montaña, aunque luego hay que ver la primera semana, que es el problema que tenemos, pero no nosotros, sino todos», explicó.

Por otro lado, Alejandro Valverde recalcó que «los primeros nueve días son muy difíciles» en un Tour «condicionado» por esos primeros tramos, especialmente el de pavé. «Ya ha habido hace años varias etapas de pavé, pero no como la de este año, que creo que va a ser supervivencia pura. Es una etapa muy bestia, puede pasar de todo, puedes pinchar, caerte o puedes no encontrarte bien», advirtió.

El ciclista murciano confió en «salir lo mejor posible» de esa etapa, reconociendo que puede ser una de las principales bazas de su equipo en las «situaciones más críticas». «Puedo ser el más indicado, pero también para intentar ayudar a mis dos compañeros a estar lo más alto posible», dijo en alusión a Nairo Quintana y Mikel Landa.

Además, Valverde no se olvidó de la etapa 17, la cual se presenta con una «novedad que no va a marcar mucho» sobre el formato de salida parecido a una parrilla de Fórmula 1. «No creo que decida mucho, aunque sí es cierto que esa etapa de 65 kilómetros puede ser, quitando la de pavé, la etapa más decisiva del Tour de Francia», opinó.

Finalmente, el ganador de la Vuelta a España en 2009 valoró el retraso de la salida de la carrera francesa una semana, situación que ha provocado que «todos los favoritos han optado por ir a la Vuelta a Suiza» en vez de ir al Dauphiné Liberé, una «prueba muy exigente» a la que renunciaron porque dejarían su «cuerpo demasiado bien» con todavía demasiado margen para el inicio del Tour.