A la espera de que el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) se decida quién es dueño del Real Murcia, Manuel Herrero Galeano (Andújar, 1970) debería de ser el entrenador número noventa y dos de la amplia lista que se han sentado en el incómodo banquillo grana. Será el noveno técnico andaluz, tras los granadinos Millán, Artero, Lucas Alcaraz, los gaditanos José y Sánlucar, los almerienses Salmerón y Vidaña, y el sevillano Crespín, aunque estos dos últimos se consideran murciano y cordobés, respectivamente.

El haber sido antes jugador que entrenador tiene el reconocimiento intrínseco de los futbolistas, por ser cocinero antes que fraile. Y en el caso del preparador iliturgitano, fue un más que reconocido centrocampista al que le faltó un año para cumplir dos décadas peloteando por esos campos de Dios. Centrocampista que, a medida que pasaron los años, acabó como mediocentro de contención, cuando fue antes un fino conductor de juego. Toda su carrera discurrió prácticamente en la Segunda División B, con contadas apariciones en Primera, (cinco partidos en el Valladolid), y en Segunda (en el Nástic en una de las campañas y con el iImperial Tarraco). Con ascensos a la categoría de plata con el Granada, el Málaga y el Gimnástico como palmarés que se une a sus 465 partidos y 62 goles marcados, que pocos futbolistas pueden presentar.

El entrenador de Andújar, solo ha necesitado ocho años para ser considerado un experto en Segunda B y ofrece un manual seguridad para que sus equipos ronden los puestos de cabeza para terminar logrando el pase al ansiado play off de ascenso a Segunda. En este aspecto se parece como dos gotas de agua a Salmerón. Sus equipos muestran siempre una defensa sólida y son los más fiables del grupo. Si observamos los números de sus equipos en lo tocante a goles encajados, como en el Melilla en el último ejercicio y en el Jaén (en la campaña12-13) con 24 goles en contra en 38 partidos.

El entrenador andaluz maneja varios dibujos tácticos para disponer a los jugadores que arranca desde el 4-3-2-1 que puede pasar a convertirse en un 4-4-2 o un 4-3-3. Si todo es alegría en defensa, aparecen algunas lágrimas cuando se habla de ataques. En general suele faltar pólvora en su delanteras, aspecto que le pasa factura más de una vez, y que supone una tendencia al empate, como mínimo peligrosa. Que el nigeriano Boateng del Melilla, que recientemente se ha incorporado a las filas del Oviedo de cara al próximo curso, con 14 goles fuera el segundo goleador del grupo IV el pasado año, Cascón consiguiera 12 tantos en el Jaén en la temporada 12-13 y que Jona con 16 goles en el Jaén de l campaña 13-14, son raros registros para los ´nueve´ que suele alinear el de Ándujar ya que por otro lado aparecen los 9 goles de Portillo con el Hércules (en el curso 14-15) o los 6 del propio Cascón en el Jaén en la temporada 11-12. Una patata caliente que tendrá que solventar el míster.

Además, Manuel Herrero en sus diez años en los banquillos, ha disputado tres liguillas de ascenso a Segunda División. Todas ellas con el cuchillo entre los dientes, sudando sangre y sufriendo como perros. La primera vez fue con el Real Jaén en la campaña 11-12 cuando después de conseguir la cuarta plaza se vio las caras con la Ponferradina. Un 2-1 en La Victoria y el 2-0 en El Toralín, fueron suficientes para intentar repetir la proeza.

En la 2012-13 Herrero clasificó al cuadro jienense como primero de y en la primera eliminatoria se enfrentó al Alavés. Un 1-1 en Jaén y el 1-0 en La Victoria hacen que los albiazules asciendan y el Jaén entra, como el Cartagena, en las dolorosas segunda y tercera eliminatoria. Cuatro encuentros donde el equipo andaluz empata los cuatro partidos con sendos 1-1 frente al Lleida Sportiu, saldado por penaltis 5-4 en campo jienense. Y de nuevo frente al Huracán de Valencia, que estaba presidido entonces por Toni Hernández, actual director general y deportivo del Real Murcia. Un 1-1 en la ciudad del Turia y otro empate a cero en Jaén, dio el ascenso a los de Herrero por el valor doble de los goles lejos de casa.

El último play off lidiado por el entrenador, fue la campaña 14-15, donde el puesto cuarto alcanzado en la última jornada a los mandos del Hércules le cruzó en el camino del Real Murcia. Un 1-1 en el Rico Pérez y el 0-1 posterior en Nueva Condomina, que comenzaba a gestar el insalubre predio que para los granas es el bello estadio. No obstante, el Cádiz en la segunda ronda eliminara le superó tanto en el Ramón de Carranza como en el Rico Pérez.

Herrero cumple esta semana 48 años con 220 partidos en su haber y en los que ya ha sufrido en dos ocasiones la traumática afrenta de ser cesado, (Hércules y Ponferradina) cuando sobre todo en el Hércules ocupaba entonces la cuarta posición cuando fue defenestrado. También en dos ocasiones cumplió el papel de sustituto. Los de José Miguel Campos y de Pacheta, respectivamente. Parece indudable que sus trabajos con temporadas completas lucen mas, como el año pasado en las filas del Melilla. Eso es como mínimo lo que le habrá que exigir.