Rubén Cruz (Utrera, 1985) lleva mucha cuerda en el fútbol, tanta como para tomárselo todo, lo bueno o lo malo, con relativa distancia. No quiero decir que se desentienda o pase de las alegrías o los dramas que puede vivir en el seno de un vestuario, pero prefiere la relatividad de los asuntos y que el pasado carece de valor cuando uno sigue persiguiendo cosas importantes. Lo importante para él para sus compañeros y para los miles de aficionados del FC Cartagena es ascender esta temporada a Segunda División. Nada está escrito, pero, como alguno ha recordado, la deuda del fútbol con este equipo hay que cobrarla en algún momento, y qué mejor que éste.

Uno se hace jugador para vivir este tipo de situaciones, ¿no es así?

Este domingo vamos a tener un partido de los buenos, de los que se juegan las papas, como digo yo. Tanto en Almendralejo como aquí, en Cartagena, vamos a tener un ambiente extraordinario. Es el premio que hemos conseguido y espero que nos lo llevamos.

Con solo cinco meses defendiendo los colores del Cartagena le han pasado ya muchas cosas en este club.

Yo tenía la mente puesta en que esto pudiera pasar. Quería acabar en dos semanas, pero por circunstancias del fútbol esto puede pasar. Era para lo que vine, para ascender al Cartagena y llevarlo a lo más alto posible.

¿Había vivido en su trayectoria como futbolista algo similar a lo que padecieron en Majadahonda?

Pues sinceramente no. Fue una peli de terror, por las circunstancias, por todo, cómo se planteó el partido, cómo llevamos la eliminatoria a nuestro terreno y desarmamos al rival y en el último minuto en propia puerta, pues fíjate.

¿Le ha desvelado el sueño ese gol en algún momento?

Creo que tengo piel de lagarto. Nada más terminar el partido me dolió, pero mi reacción fue al segundo siguiente fue levantar a mis compañeros y que trataran de asimilarlo. Había que llorar en casa y en el vestuario y ayudarnos unos a otros. Había que seguir adelante porque tenemos una eliminatoria. Yo, antes de derrumbarme, cogí el impulso para ayudar a todo el que me encontraba en el camino.

Y ¿qué le queda en la retina de ese momento?

La recuerdo, pero intento resetear, porque en el fútbol no se vive del pasado, lo hagas bien o mal. Hay que vivir del presente y mirar al futuro. Lo recuerdo pero no le doy más importancia.

¿Ha recuperado la fe en este equipo?

Sí. Más que la fe, la confianza que me da este conjunto por la forma en la que está compitiendo. Si miramos en los diez últimos encuentros observamos que hemos encajado pocos goles, hemos perdido pocos partidos y siempre aplicando una intensidad muy alta. Es un gen que se ha metido dentro del vestuario y es fácil afrontar estos partidos por la competitividad que hay.

¿En qué se parece este equipo con aquel con el que ascendió en el Albacete?

No se parece. Allí cuando encajábamos un gol insistíamos y nos levantábamos rápido. Es importante tener carácter e intensidad.

¿Lo vive todo con mucho optimismo?

Es que cuando yo vine aquí solo pensaba en ascender con este equipo sí o sí. Sea este año o el que viene. Creo que como club y trayectoria, ciudad y momento, es ahora. Ya lo vivimos en Majadahonda que no fue así, pero no creo que pase algo igual. El equipo lo va a dar todo y vamos a estar en la eliminatoria.

Si echamos un vistazo atrás y llegamos al momento en el que firma el finiquito con el Cádiz y viene de viaje a Cartagena ¿Podía imaginar algo así a lo que está viviendo?

Pues sinceramente sí. Antes de decantarme por el Cartagena, estudié muy bien al club. Tuve un abanico para decidirme, pero aquí hay una manera de trabajar que considero que es la adecuada para ascender a un equipo. Vi que este es el camino. El más largo, quizá, pero si no es éste, será el próximo o el siguiente, pero más pronto que tarde ascenderá. Es verdad que puede sonar la flauta cuando una entidad hace un equipo y asciende al año siguiente, pero Cartagena lo está haciendo bien y antes o después estará jugando en Segunda.

¿Cómo sobrevive un delantero un año y medio de su carrera deportiva sin marcar y no acaba por la moral por los suelos?

Es muy fácil. Valorarse a sí mismo. En tu caso, por ejemplo, eres periodista, pero mañana dice tu jefe que tienes que coger una cámara y ponerte a hacer fotos. Él te va a valorar como fotógrafo en ese momento, pero el resto de gente que te conoce no lo ve igual, sino como el periodista que eres. Te parecerá raro, pero te debes valorar como ese trabajo que estás haciendo y en mi caso así fue. Aunque pude dudar en algún momento, sabía lo que le estaba dando al equipo y lo que quería mi entrenador.

¿Puede explicar la manera de compaginar a dos delanteros natos como usted y Aketxe en un once y que ambos den resultado?

Estamos para ayudar ambos. Ojalá marque él muchos goles igual que yo, porque esto es beneficio para el equipo. No hay 'egos' si no humildad. Nos queremos y ayudamos al equipo.

Esta temporada les ha tocado a los dos sacar las castañas del fuego a los dos en unas cuantas jornadas.

El equipo ha pecado de goles y hemos sido los dos los que hemos anotado, pero eso no quiere decir que el domingo vayamos a salir uno, otro o los dos. Al final todos jugamos y participamos y queremos lo mejor para el Cartagena.

¿Ha renunciado el equipo a su vocación ofensiva cuando ha llegado el play off, con la presencia de más jugadores de medio campo atrás y un promedio goleador inferior?

No creo. Yo digo que el fútbol es una manta corta que cuando te tapas los pies te descubres la cabeza. Estamos compitiendo bien y corriendo mucho, dando intensidad. Quizá no estamos tan fluidos como al principio, pero los números dicen que no encajamos tantos goles como hace tres meses. El Extremadura, UCAM, por ejemplo, nos metieron dos goles y ahora eso no pasa.

Ya conocen al Extremadura. Es sin duda uno de los mejores por la calidad en su plantilla, ¿no es así?

Es un equipo hecho a base de coger piezas importantes en cada club y llevárselas para ellos. Tienen un bloque completo y la eliminatoria estará muy igualada. Estoy convencido de que nos la llevaremos, pero al final hay que jugarla con ilusión y concentración.

¿Qué partido ha imaginado?

Tenemos que salir muy concentrados y saber cada uno su misión y a partir de ahí ir leyéndolo. Creo que este equipo está en un momento en el que está compitiendo bien y a lo que el marcador y el momento requiere.

¿Sería bonito sacarse la espina de Majadahonda en el Cartagonova?

Va a ser bonito. Ascender en una ciudad y con tu afición es un plus de motivación. Esperemos sacar un buen resultado de Almendralejo y jugárnosla en nuestro campo.

¿Hay claves para usted en una eliminatoria?

Pues llevarlo todo muy bien atado, en cada momento.

¿Llega el Cartagena más cansado que el Extremadura en esta fase de la temporada?

Es la imagen que hemos podido dar, que no tenemos el balón como antes, pero también hemos ganado en solidez defensiva. Para mí no me vale que tengas el balón como el Celta B 60 minutos de partido, cuando no has sido capaz de hacerme una oportunidad. El Rayo Majadahonda nos quitó el balón, pero sus goles llegaron a balón parado. Yo a lo que le doy importancia es a la intensidad, cómo competimos y lo bien organizamos que estamos.

¿Qué prefiere dos o tres centrales?

Eso es una cosa del entrenador, que se caliente él la cabeza. Yo puedo decir que cuando lo hicimos contra el Rayo Majadahonda fue espectacular y vimos que no tiraron ni a puerta. Defendimos con cinco y atacamos con más gente. El equipo es capaz de adaptarse a cualquier sistema.

¿Qué es lo que más le gusta de esta plantilla?

El espíritu de revancha, el querer levantarse y ayudarnos unos a otros tras un mal momento y, además, la humanidad que existe en el vestuario.

Venía de Cádiz, con una afición muy temperamental y caliente. ¿La de Cartagena le parece muy exigente?

Poco a poco le hemos ido dando la vuelta. Cuando llegué había un poco de división, pero se han dado cuenta que el camino a seguir es apoyar los 90 minutos, porque para nosotros es muy importante. No vale para nada venirse abajo y no respaldar al equipo. Me parece elogiable cómo lo están afrontando tras el palo de Majadahonda y nada más que por ellos tenemos que salir al 100% y le daremos una alegría el domingo que viene.

¿Tiene manías?

Ninguna y si las hay me las quito rápidamente, porque eso no lleva a ningún lado.

¿Le gusta que la familia viva los partidos como usted?

Para mí es muy importante tener a mi mujer y a las niñas felices. Lo viven con pasión, como yo. Bueno lo viven peor, porque mi mujer hay partidos que ni los termina de ver porque se pone nerviosa.

¿Quién va a marcar en la eliminatoria?

Me da igual. Prefiero no marcar, ganar los dos partidos y ascender.