La rueda de prensa más importante de los últimos años en el Real Murcia, tal y como la había definido en los días anteriores Toni Hernández, gerente del club, se convirtió en la rueda de prensa más bochornosa de la historia de la entidad. Una hora y cuarto en la que no aparecieron todos los documentos con los que Víctor Gálvez iba a reforzar su gestión y su proyecto, pero en la que hubo amenazas, malas respuestas a periodistas y reparto de protagonismo, ya que el director general murcianista no dudó en interrumpir constantemente a su jefe.

Sesenta días después de aterrizar en Nueva Condomina y de prometer que citaría a los medios para dar a conocer todos los detalles de los inversores millonarios que le acompañaban en este proyecto, Víctor Gálvez comenzó su intervención reconociendo que «estoy solo», y los culpables de ello, según el oriolano, son los medios de comunicación. «La prensa ha metido tanto miedo que la mayoría de los inversores se han bajado del barco». Es más, el mandatario grana, que en abril llegó presumiendo de una chequera inacabable, ofreció un discurso completamente distinto: «No puedo solo. Necesito ayuda», indicaba, para añadir que «no estoy dispuesto a jugarme mi patrimonio». «Iba a poner millones, pero he visto lo que hay. Este club tiene que sobrevivir con sus ingresos, por ello necesitamos a los abonados, a las empresas murcianas y a las instituciones públicas». Sobre estas últimas dijo que «no han puesto ni un euro en el club», mientras que en el caso de los socios comentó que hay que llegar a los quince mil.

Aunque habrá que esperar al lunes para conocer los detalles de la campaña de captación de socios, los responsables granas avanzaron que los precios irán de los 60 euros a los 230 euros. Eso daría oxígeno a las arcas de un club donde el pasado curso, según revelaba el mandatario, se ingresaron 1,5 millones y se gastaron 3 millones. «Queremos aumentar los ingresos en un 40%», comentaba.

Víctor Gálvez también explicaba en su intervención ante los medios que se siguen dando pasos para llegar a un acuerdo con Hacienda. «No sé cuándo se va a firmar», decía, aunque comentaba que desde la Agencia Tributaria se les ha pedido que envíen su propuesta firmada y que han aceptado el pago inicial del 10%, que rondaría los 1,5 millones. Descartaba además el presidente grana que les hubieran exigido un aval, lo que facilitaría las cosas, ya que el Real Murcia no dispone de patrimonio para poner una garantía.

Sobre su gestión, el oriolano indicó que ya ha invertido un millón de euros, y que en las próximas semanas tendrá que pagar otros 800.000 euros para dejar la temporada 17-18 a cero y evitar un posible descenso administrativo por las denuncias que el club acumula ante la AFE. «Se va a pagar, aunque no me pidas que te diga cuándo», comentaba.

Sin poner documentos encima de la mesa que acrediten lo que se adeuda a jugadores y empleados, pese a que en días anteriores se había indicado que se iban a dar todos los detalles a los medios, Víctor Gálvez dejó claro que ya piensa en el siguiente proyecto deportivo. No se ofreció una cifra del presupuesto que se manejará ni se dio el nombre del entrenador, tal y como había prometido Toni Hernández, pero el presidente grana sí se aventuró a decir que «yo pienso en subir a Segunda el próximo año. Si no somos primeros será un fracaso personal». También se refirió a sus últimas reuniones en la Liga, donde le han indicado que además de tener el certificado de Hacienda y Seguridad Social, tiene que «reducir la deuda en catorce millones».

Víctor Gálvez también fue cuestionado por las declaraciones que hacía a finales de abril y en las que afirmaba que habían desaparecido 280.000 euros de los ingresos obtenidos por la taquilla frente al FC Barcelona. «Esa irregularidad sigue ahí, pero no he encontrado a la rata. No sabemos dónde está el dinero», indicaba Gálvez, que ayer evitó atacar directamente a Raúl Moro y Deseado Flores, pese a que en privado el oriolano ha sido durísimo con los anteriores gestores.

Toni Hernández, además, desmentía la posibilidad de que el anterior director deportivo prometiese un premio de 200.000 euros a los jugadores por jugar frente al los azulgranas, aunque sí confirmó que tienen una prima en sus contratos por alcanzar los dieciseisavos de la Copa -según ha podido saber esta redacción, esa cantidad sería de 3.990 euros por cabeza-. «Deseado Flores ha cometido locuras y yo soy el tonto que las está pagando», fue la única crítica que salió de la boca de Gálvez a los que fueron sus aliados en su entrada al Real Murcia. Incluso salió en defensa de Moro al indicar que durante su año en Nueva Condomina hizo pagos por valor de un millón de euros.