Víctor Gálvez no necesitó calentarse para sacar su verdadera cara en una sala de prensa que hasta el momento no había sido utilizada por ningún otro presidente para insultar y amenazar. Antes incluso de entrar en materia, el oriolano fue elevando su tono de voz para llamar «golfo» a Mauricio García de la Vega, el mexicano que defiende que es el máximo accionista al ejecutar el contrato de compra que firmó en diciembre con Raúl Moro. «Es un golfo», repetía una y otra vez, pidiendo a los cámaras que lo grabara: «Quiero que me demande, que así podrá seguir corriendo y tomando aperitivos por las calles de Murcia», continuaba desahogándose, para finalmente dar los «buenos días» y empezar a leer los folios que traía de casa. Y es que el presidente grana recibió ayer otra mala noticia.

El juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia envió una notificación tanto al Real Murcia como a Mauricio García para que se presenten el 18 de julio en el juzgado para explicar lo que ocurrió en la junta de accionistas del 11 de abril, de la que Víctor Gálvez salió presidente y que, según denunciaron la mayoría de asistentes, estuvo llena de irregularidades. Fue el empresario mexicano el que, viendo la actuación de Miguel Martínez y Deseado Flores, decidió acudir al juzgado para solicitar medidas cautelares sobre dicha reunión, y el juez, antes de decidir si las concede o no, prefiere escuchar a todas las partes.

Esa decisión judicial, que fue conocida ayer por las partes, alteró el inicio de una rueda de prensa que estaba convocada desde hacía una semana antes. Aunque durante su intervención Víctor Gálvez indicaba que «tenemos que dar imagen de seriedad», el oriolano no dudó en saltar de los insultos a las amenazas, ante la sorpresa de los medios presentes, a los que pedía una y otra vez que grabasen todo. «Es un sin vergüenza, personalmente voy a ir a por él, voy a morderle en la yugular», gritaba. El presidente grana no dudó en acusar al mexicano de perjudicar los intereses de la entidad con el contrato firmado para que Nueva Condomina acoja contratos. «Solo deja 12.500 euros», decía, comentando que había tenido que renegociarlo para que esas cantidades se elevasen a los 90.000 euros. Posteriormente al ser cuestionado por la posibilidad de que ese contrato no fuese firmado por De la Vega -el acuerdo se anunció oficialmente el 27 de abril, cuando el mexicano ya no estaba en el club-, Gálvez y Toni Hernández se limitaron a indicar que no sabían quién había firmado ese contrato.

El director general del club, que aprovecha cada oportunidad para adoctrinar a los medios considerando que no pueden meter miedo a la afición -«no se puede generar miedo a la gente, es inmoral»-, sí se sintió capacitado para dibujar el negro panorama del club por los movimientos de De la Vega. «Este señor lo que propone es cargarse el club, pero el juez tiene a bien no aplicar medidas cautelases, porque si lo hiciese este club se va a Tercera División y desaparece».