El actual presidente del Real Murcia suspendió la esperada rueda de prensa que tenía prevista para hoy. En principio nada extraño, ya que el club envió una nota explicando que la cita «queda aplazada para el próximo jueves, ya que Víctor Gálvez debe de viajar con urgencia a Madrid por asuntos importantes», aunque desde la entidad no se informó en ningún caso si eran cuestiones personales o si por el contrario se trataba de algún tema relacionado directamente con el Murcia. Lo que sí que ha sido un poco casualidad es que el empresario oriolano haya suspendido su intervención cuando podría haberla adelantado a ayer miércoles y que haya sido justo un día después en el que Mauricio García de la Vega, a través de otro comunicado, advirtiera al actual consejo de administración de que sean prudentes y no tomen decisiones importantes hasta que el Tribunal de Arbitraje Deportivo se pronuncie sobre quién de los dos es el máximo accionista de la centenaria entidad.

La intervención de Gálvez era esperada no solo por los medios de comunicación, ya que la afición murcianista está ansiosa por conocer las primeras ideas y explicaciones de lo que podría ser el nuevo proyecto de la temporada 2018-2019 y más dándose otra circunstancia a tener muy en cuenta, ya que hoy concretamente es el último día de plazo en el que Gálvez podría convertirse en dueño de las acciones si confirma que ha ingresado los 600.000 euros de los préstamos lanzados por el club, lo que convertiría al oriolano en dueño de la entidad sin tener que esperar la resolución del TAS y lo que conllevaría que todo se aclarara en la justicia ordinaria en una maniobra que ralentizaría el proceso de ver, primero quién es el propietario legítimo del Real Murcia, y segundo, una opción que no descartan los especialistas, y es que el anterior propietario, Raúl Moro, hubiera incurrido en un hipotético delito de fraude si se confirmara que ha venido la misma propiedad a dos personas distintas, puesto que De la Vega adquiere el Murcia, según su versión, tras ejecutar el 7 de marzo una cláusula privada que existe en el contrato privado entre el extremeño y el mejicano, mientras que Víctor Gálvez envió a los medios de comunicación una fotocopia del traspaso que realizó en un cheque a Raúl Moro, de 300.000 euros, y por los que el oriolano se siente igual de propietario que el norteamericano.

Con la competición terminada y con una serie de jugadores con contrato en vigor que están pensando la opción seriamente de abandonar la disciplina grana para no tener que vivir otro año cargado de incumplimientos y de incertidumbre como éste, los seguidores murcianistas son los primeros que necesitan, al menos hasta que se pronuncie el TAS desde Suiza en una decisión que está prevista que se comunique a finales del mes de junio, toda la información necesaria por ambas partes, tanto por Gálvez como De la Vega, ya que, entre otros asuntos, personas cercanas al actual presidente ya han deslizado que los contratos actuales de la plantilla son inasumibles y que se quiere negociar con algunos para que rebajen sus emolumentos, una cuestión que no agrada nunca a un trabajador que tiene firmada otra cantidad en su contrato.

Según el club será dentro de siete días, el jueves 7 de junio, cuando Víctor Gálvez ofrezca entonces todo tipo de detalles al murcianismo de qué planes está llevando a cabo para una afición que tiene pinta de que va a padecer un verano más caliente que los habituales en estas fechas en la centenaria entidad.