Roldán, una pedanía de Torre Pacheco de apenas seis mil habitantes, vive ilusionada durante toda la temporada con un equipo de fútbol sala femenino que este sábado (18.00 horas, La 7) tiene en su mano ganar el título de la máxima categoría nacional. Su éxito no está basado en el talonario, sino en el trabajo y la continuidad. Hace diecinueve años nació para acoger a todas esas chicas que querían jugar a un deporte que entonces daba sus primeros pasos a nivel femenino. No fue fácil crecer estando a 34 kilómetros de Murcia y 28 de Cartagena, alejado de las dos principales ciudades de la Región, pero casi dos décadas después ha conseguido tener varias jugadores internacionales con España, como la molinense Consuelo Campoy, la cartagenera Mayte Mateo y la yeclana Ángela Gorriz, además de la sub-17 Andrea Marín. Pero a ellas se ha unido esta campaña, para poner la guinda a este plantel que tiene la corona nacional en la palma de su mano, la brasileña Vanessa Pereira, elegida mejor jugadora del mundo en tres ocasiones y que el pasado mes de febrero decidió embarcarse en una nueva aventura tras jugar en Italia y ser seis veces campeona del mundo con su selección.

El Jimbee Roldán se ha ganado con su regularidad durante la temporada alcanzar la última jornada de liga dependiendo de sí mismo para hacerse con la liga. Para ello tendrá que ganar al Universidad de Alicante, con el que está empatado en la primera posición. Aunque en estos momentos es el Atlético de Madrid Navalcarnero el que ocupa el liderato, estos tres conjuntos se encuentran empatados a 70 puntos, por las chicas de Roldán tienen el average ganado a las madrileñas. Por tanto,las cuentas son claras. «La clave es que somos un club familiar, donde las chicas son como hermanas, amigas. Se llevan todas muy bien y, por supuesto, tenemos excelentes jugadoras. Al principio de la liga ya estuvimos primeras y siempre hemos mantenido la ilusión de llegar a este momento, pero no esperábamos que se fuera a decidir en la última jornada el título», afirma Toñi González Fernández-Henarejos, quien llegó al club hace once años por 'culpa' de su hija para asumir hace cinco la presidencia.

El camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil. «Al principio nos costaba bastante que las chicas vinieran aquí a jugar, pero desde que subimos a Primera División hace cinco temporadas, todo es bastante más sencillo. De la Región de Murcia tenemos jugadoras de Yecla y Mazarrón, que son los puntos más lejanos, pero también incluso vienen dos hermanas de Orihuela que están en nuestros equipos juvenil y cadete. También contamos con un filial en Segunda División que lo ha hecho muy bien», afirma orgullosa la presidenta de un club que tiene el apoyo de la empresa hortofrutícola Jimbo Fresh, que ha aportado el músculo económico para permitir a esta modesta entidad crecer hasta cotas que ni los directivos más optimistas dibujaban en sus sueños.

Ahora, próximo a cumplir los veinte años, el FSF Roldán tiene más de un centenar de chicas, que van desde las benjamines hasta las senior, pasando por las categorías alevín, infantil, cadete y juvenil. Con una estructura tan amplia, «es bastante complicado manejar todo, pero se lleva adelante porque tenemos ilusión y las chicas nos hacen trabajar», termina diciendo la presidenta.