De confirmarse que Víctor Gálvez va a convertir sus aportaciones económicas en capital social para ser el nuevo dueño del Real Murcia sin necesidad de esperar lo que diga el TAS, la crisis institucional de la entidad grana se agravará considerablemente, y es que si la justicia deportiva da la razón a Mauricio García de la Vega, a éste no le quedará otra que seguir luchando en los tribunales para que se anule la junta de accionistas del pasado 11 de abril, que se habría celebrado sin el máximo accionista presente y en la que, según denuncian, se aprobó una ampliación de capital encubierta para favorecer la entrada de Gálvez.

A la espera de que se vayan confirmando los distintos movimientos, la afición murcianista puede empezar a ir prestando atención a la disputa abierta por la propiedad del Cádiz, donde desde 2012 hay varios grupos pleiteando por saber quién es el máximo accionista.

Todo comenzó en diciembre de 2013. Antonio Muñoz, que en verano de 2012 vendió el 49,5% de las acciones a la sociedad italiana Sinergy, considera que la mencionada mercantil no está cumpliendo con lo establecido en el contrato, por lo que rompe lo firmado y saca a subasta esas mismas acciones. ´Locos por el balón´, empresa en la que participa Quique Pina, adquiere esos mismos títulos, haciéndose con el control del Cádiz y expulsando a Sinergy del consejo de administración gracias al apoyo de los administradores concursales, que consideran que la gestión de los italianos no es la correcta.

Sin nada, Sinergy no duda en ir a los tribunales, iniciando un proceso largo, pero en el que los jueces poco a poco le van dando la razón. El 5 de julio de 2016, un juzgado de Cádiz sentencia que Sinergy es la única propietaria del 49,5% de las acciones, anulando la venta de Antonio Muñoz a la empresa en la que participa Quique Pina. La sentencia además apunta a que la subasta se aprecian varias deficiencias, ya que no aparece la situación económica real de la entidad, algo parecido a lo que denunciaron los pequeños accionistas en la junta del Real Murcia del 11 de abril, ni existe la inscripción de las acciones en el libro de socios.

Sin embargo, el espaldarazo judicial no implica la vuelta inmediata de los primeros, ya que, como quiere hacer ahora Víctor Gálvez en el Real Murcia, Pina se había encargado de impulsar una ampliación de capital que había restado todo el valor a las acciones en manos de la sociedad encabezada por Alessandro Gaucci. Así, el paquete de Sinergy había pasado del 49,5% al 6,19%, por lo que ya no tenía ningún poder de decisión.

Pese al recurso de Antonio Muñoz, la justicia ha vuelto a dar la razón a Sinergy, a quien también han exculpado de cualquier responsabilidad en el concurso de acreedores durante el tiempo que estuvo al frente del Cádiz. El proceso no ha concluido, ya que ahora los italianos siguen luchando en los tribunales para que se anule la ampliación de capital que les dejó sin poder en el club.

Manteniendo las distancias, la historia que están viviendo los aficionados del Cádiz puede ser similar a la que en los próximos meses se viva en el Real Murcia, con el club más pendiente de lo que ocurra en los tribunales que en los despachos.