José María Salmerón es el primero que quiere darle la vuelta a la eliminatoria el sábado en Elche, pero el entrenador del Real Murcia se encuentra ante esa disyuntiva que siempre 'amenaza' a los técnicos cuando sus decisiones no resultan las más eficaces, la de mantenerse fiel a un manual de estilo que ha servido para llegar hasta aquí, pero que no ha dado resultado en la primera batalla por el ascenso, o bien apostar por algunas variaciones para evitar que el equipo que dentro de cuatro días salte al césped del Martínez Valero con un 0-1 en contra no sea tan plano y previsible como el del último domingo en Nueva Condomina, donde la afición fue la primera en sufrir cierto desencanto por no ver a un Murcia mucho más atrevido por mucho que hubiera que tener en cuenta que se trata de una eliminatoria a doble partido.

¿Modificará algunas piezas claves el entrenador del Real Murcia pensando en darle al equipo esa improvisación y esa eficacia que faltó en la ida o 'morirá' con las botas puestas con un conjunto ordenado y disciplinado en defensa que no tenga prisa por marcar el primer gol? Es la gran duda que muy probablemente vaya a estar todavía rondando en la cabeza de los 22.000 espectadores que vieron el partido de ida de la primera ronda del play off de ascenso y de un José María Salmerón que, incluso sabiendo que el Elche fue ligeramente superior, también tiene muy claro que la gran torpeza de su equipo fue que se guardó en el bolsillo esa eficacia de la que tanto ha hecho gala y no marcó ningún gol, un problema importante teniendo en cuenta que a los pupilos de Pacheta les vale con un encuentro sin tantos para celebrar el pase a la siguiente ronda y dejar a los granas con cara de póker.

Aunque los entrenadores huyen del resultadismo y a pesar de que Pedro Martín tuvo en sus botas la acción más peligrosa del Murcia, que además habría puesto por delante a los granas, el comentario más extendido entre los seguidores murcianistas es que todos comprobaron en directo como la entrada al campo del máximo goleador del equipo, Elady Zorrilla, y del extremo Carlos Martínez, el jugador que ha llegado en mejor forma a la fase de ascenso, le cambió al menos la cara a un equipo que, bien porque era la recta final del partido o sea por el motivo que sea, adquirió más presencia ofensiva con estos futbolistas.

El hecho de que un jugador como Santi Jara sorprendiera a todos por no sacar esa lucidez y esa toma de decisiones que se ha traducido en puntos para el equipo este curso, unido a que Pedro Martín estuvo desacertado a la hora de tomar decisiones, son motivos que podrían abrir la puerta para el choque de vuelta a futbolistas más anárquicos en la parcela ofensiva del Murcia, aunque los que mejor conocen a Salmerón insisten en que no habrá ninguna revolución en el campo del Elche. Que Elady no sea titular a pesar de ser el máximo goleador del equipo no es ningún castigo de Salmerón, ya que hizo exactamente lo mismo el curso pasado Vicente Mir cuando estaba al frente del banquillo de Nueva Condomina. Sin embargo, además del aval de los goles, el hecho de que Elady sea un jugador de esos a los que el rigor táctico pasa a importarles más bien poco cuando tienen el balón también le ha pasado factura en este sentido. Lo que no pueden negar ni Mir ni Salmerón es que esa osadía de Elady, quizás con poca solidaridad, pero con mucho atrevimiento, es más de lo que necesita este equipo para la gesta que persigue este fin de semana y para la que solo le vale pensar en una victoria en tierras ilicitanas superior al 1-0, ya que este marcador llevaría a la prórroga.

Otro punto que tiene marcado con rotulador rojo Salmerón, y que no quiere decir que vaya a tomar medidas, es que la fortaleza defensiva que ha exhibido su equipo desde que tomó las riendas del vestuario, contrastó el domingo en exceso con lo cómodos y lo sueltos que estuvieron los extremos del Elche, un Josan en la primera parte y un Collantes en la segunda que gozaron de demasiado espacio sabiendo el tipo de futbolistas que son y de sobra conocidos en la Región.

Además, en el capítulo concreto de frenar al 'cerebro' del equipo rival, el Murcia también suspendió, puesto que Javi Flores tuvo una libertad de movimientos que no supieron frenar ni David Sánchez ni Armando ni Juanma en tareas defensivas.

Los laterales del conjunto grana, Orfila y Forniés, son indiscutibles y así lo demuestran sus números a lo largo de la temporada, pero ante el Elche parecía que las piernas les pesaban más a ambos jugadores y la defensa se sostuvo con cierta solvencia por un Molo y un Charlie Dean que, efectivamente, junto al meta Biel Ribas son los tres jugadores que mejor están haciendo su trabajo.

Otras dos decisiones del entrenador almeriense también han dado mucho que hablar en muy poco tiempo, ya que retirar del campo a Chrisantus, el único delantero centro específico que tiene en la plantilla, fue un movimiento que siguen sin entender muy bien los aficionados por mucho que Salmerón en la rueda de prensa posterior al partido se empeñara en defenderlo argumentando que buscaba «abrir el campo» y hacerlo más grande para dificultar las cosas al rival.

La otra maniobra que terminó de poner de relieve que Salmerón da la sensación de que sí está dispuesto a 'morir' con las botas puestas y fiel a un estilo fue cuando su última sustitución, a diez minutos del final, fue dar entrada a un defensa como David Mateos, toda una declaración de intenciones con un estadio en el que los 22.000 espectadores tuvieron que frotarse los ojos ante la sorpresa de que esperaban, sencillamente, algo diferente. La derrota no le gustó a nadie, pero los cambios no fueron tampoco entendidos por una grada que parecía saber mejor que el cuerpo técnico quiénes eran los más indicados para haber salido del campo.

Salmerón se puede aferrar a que si dio entrada a un defensa a diez minutos del final, perdiendo y jugando como local fue porque el 0-1 es un mal resultado que te deja abierta una pequeña puerta, mientras que el 0-2 habría sido un marcador prácticamente imposible de remontar ya de antemano, o al menos eso piensan los que quieren defender al técnico grana, quien por otra parte pensará, casi con toda seguridad, que sus jugadores lo hacen mejor lejos de Nueva Condomina, un motivo al que pueden agarrarse también los que quieren seguir viendo el vaso medio lleno.