La derrota del Real Murcia el domingo en Nueva Condomina ante el Elche condiciona en exceso el choque de vuelta del próximo sábado en el Martínez Valero, en el que uno de estos dos enemigos íntimos se quedará fuera a las primeras de cambio en el play off de ascenso a Segunda División. Sin embargo, y a pesar de que el conjunto de Pacheta ha golpeado primero por el triunfo por la mínima obtenido en la capital del Segura, el sábado en Elche se verán las caras, a pesar de estar condicionados, un equipo local que es una roca en el sentido de que no pierde un partido ante su público desde el mes de enero, contra un visitante, el Real Murcia, que tiene una especie de angel de la guarda cuando sale de Nueva Condomina, ya que desde el 11 de noviembre no se ha ido de vacío de ninguno de sus desplazamientos.

De todos modos, el primer encuentro de esta eliminatoria no sirvió ni mucho menos para ver la mejor versión de ninguno de los dos contrincantes, a pesar de que Elche siempre creyó más que los granas en la posibilidad de ganar la primera batalla de una guerra muy larga y de la que nadie quiere escabullirse porque significaría el final de otra temporada en la que no se cumplen las expectativas para los murcianistas. Por eso, al vestuario grana y a los aficionados no les queda más remedio que mirar el vaso medio lleno y comprobar, con los datos en la mano, que la versión más peligrosa del Murcia de Salmerón, a excepción de los choques en casa ante Cartagena y Extremadura, ha salido a relucir con más fuerza lejos de Nueva Condomina. De hecho, los números de José María Salmerón al frente del banquillo grana son espectaculares en este sentido, ya que la última vez que el Murcia salió escaldado de un estadio que no es el suyo fue en la primera vuelta, en el derbi del Cartagonova del 11 de noviembre, por lo que efectivamente, este equipo mejora sus prestaciones cuando tiene que coger el autobús.

El principal problema para los granas, además de que parten ya con la necesidad de tener que remontar el 0-1 del encuentro de hace dos días, es que el sábado no tienen que saltar a un campo de esos que se consideran 'facilones', ya que si la afición grana casi ni se acuerda del último tropiezo como visitantes, el Elche ha hecho justo lo contrario, a priori lo más normal, convertir su estadio en una auténtica fortaleza hasta el punto que desde el 6 de enero, cuando el Sabadell se llevó los tres puntos del Martínez Valero, nadie después ha sido capaz en esta fase regular de llevarse la victoria del estadio franjiverde, lo cual sirve como aviso a navegantes para un Murcia que necesita cambiar radicalmente ciertos matices si aspira a dar la campanada dentro de cinco días en Elche.

El partido de Nueva Condomina no va a pasar a la historia ni por el resultado ni por el virtuosismo de ninguno de ambos rivales, pero es verdad que la derrota se convirtió en un jarro de agua fría para un público que vio la tercera derrota consecutiva de un equipo que se ha relajado tanto con el billete para el play off conseguido a falta de tres jornadas tampoco supo el domingo meterse en el papel que le tocaba interpretar, el de un equipo ganador que hubiera asfixiado a un rival al que le gustó que desde el primer minuto los granas le regalaran el control de la pelota como si se tratara de una cuestión secundaria.

Resulta por tanto evidente que Salmerón tendrá que tocar alguna tecla pensando en el sábado y para ello el entrenador almeriense ha programado otra semana con todas las sesiones de trabajo a puerta cerrada, algo que para el primer choque no le ha funcionado, ya que ni la estrategia apareció como arma a la que aferrarse en ningún momento del choque.

Aunque en el Elche desde el propio Pacheta hasta el último futbolista no se fían un pelo del Murcia ni lo dan ni mucho menos por muerto, la gran ventaja de los franjiverdes es que, si juegan con cabeza, obligarán al Murcia a tener que tomar esa iniciativa que tanto le cuesta y en la que no se desenvuelve tan cómodo como viviendo a la espera del fallo del rival. Salmerón tiene razón en el que al Murcia nadie puede darlo por muerto, pero el partido del sábado dictará sentencia y determinará, bien la remontada grana, o por el contrario que la campaña para los granas ha llegado a su fin.