Desde que Tebas despeñó al Real Murcia (temporada 2014-15) a la Segunda B, esta será la cuarta temporada consecutiva, con la que los granas intentan, de nuevo, alcanzar la categoría de la que nunca debió dejar de pertenecer, al menos deportivamente. Esta campaña es la primera vez que opta desde el puesto tercero, siendo el segundo (en cinco ocasiones) el que más veces ocupó. La consecución, tan perseguida, del ascenso lo han logrado los granas siempre que han sido primeros de la tabla (temporadas 92-93 por liguilla y 2010-2011 por eliminatoria directa frente al Lugo) , y en dos ocasiones por ser segundos (directamente en la temporada 28-29, en donde solo los dos primeros ascendían a 2ª A y el resto conformarían la Tercera División) y por liguilla en la 99-00 peleando con el Granada de Mesones.

Los números de Salmerón, igualmente sustituto de Manolo Sanlúcar y Basadre, son prácticamente iguales a los de Mir, igualmente sustituto de Paco García, aunque el valenciano solo tuvo once partidos para cubrir el expediente: clasificarlo para el play off con mucho mejor recorrido que el almeriense, incluido ostentar el segundo puesto, o incluso romper el maleficio de, al menos, pasar una eliminatoria.

Salmerón, que, solo tiene en su curriculum dirigir un play off, eso sí, terminado de forma imperial con el UCAM de hace dos años, ha mantenido los números: las mismas derrotas iguales, nueve, empatado once y conseguido una victoria menos, once, que los del año pasado. Con mayor número de goles (33) y con dos goles menos encajados que los de Mir. Mérito porque el Murcia que jugó el año pasado, tenía un dueto Víctor Curto-Guardiola que no tiene en esta ocasión.

La suerte puede que le sea esquiva a Salmerón. El sorteo ha hecho que el rival sea el Elche, el que, sobre el papel, como el Murcia, nadie quería. Con tres entrenadores, Mir, Josico y ahora Pacheta, tiene peores guarismos que los granas. Menos puntos, 63; menos victorias, 16 , pero con más empates, 15, y menos derrotas, 7. Casi iguales zagas ( 33/32) y mejor ataque el de los ilicitanos que los murcianos.

El que siga en el camino puede llevar aparejado una gran dosis de ilusión, virtud necesaria porque el ser tercero apareja, casi con seguridad, verse las caras con uno de los primeros que hayan caído en la primera eliminatoria. Aunque como en el caso del Murcia, es lo que posiblemente necesitan los pupilos de andaluz, que prefiere siempre enfrentarse a los mejores sobre el papel.