Concentrarse en los entrenamientos y en los partidos se está convirtiendo en una misión imposible para los futbolistas del Real Murcia, que a lo largo de la temporada no ganan para disgustos y sorpresas institucionales. Macauley Chrisantus ha sido el último en vivir en primera persona la inestabilidad que se instaló hace muchos meses en Nueva Condomina, y que Víctor Gálvez, pese a aterrizar en el club presumiendo de chequera y de los pagos realizados, no ha sido capaz de calmar.

Aunque de lo que más se ha hablado a lo largo de todo el curso es del retraso en el pago de las nóminas, el presidente del Real Murcia también se ha olvidado de poner al día las facturas más pequeñas, como el abono correspondiente al alquiler de los pisos en los que viven algunos jugadores y que por contrato debe ser asumido por el club. Esos impagos hicieron que hace unos días Macauley Chrisantus viviese una situación surrealista e inesperada, y que ha provocado un enorme malestar en un futbolista al que el murcianismo se agarra para afrontar un play off que comienza el domingo.

Todo ocurrió hace unos días, cuando el nigeriano, al abrir la puerta del piso en el que se aloja desde su llegada a la ciudad a principios de febrero, se encontró cara a cara con el casero de la vivienda, que, según fuentes cercanas al '9' murcianista, iba acompañado de un agente de la policía.

Durante unos minutos, el jugador grana se encontró con una situación de lo más complicada, y es que el arrendador pretendía echarle de la casa al defender que el Real Murcia no había abonado el alquiler los tres últimos meses, lo que le daba derecho, añadía, a poner fin al contrato firmado con los granas. Fuentes cercanas al nigeriano explican que al futbolista no le quedó otra que llamar a su representante para que hablara con el casero e intentara buscar una solución, algo que finalmente consiguió, poniendo calma a una trance que desde el entorno del atacante califican de «inverosímil».

Nada más producirse ese hecho tanto el agente del jugador como el propio Chrisantus acudieron a Nueva Condomina para mostrar su malestar por lo ocurrido, al no entender que Víctor Gálvez no abonase pagos tan urgentes, y por las largas que recibieron por parte de los responsables del club cuando ocurrió todo, y es que tuvo que ser el representante del futbolista el que interviniera mientras que Toni Hernández, director general de la entidad, se desentendía del tema. Las mismas fuentes no entienden que desde el club permitan que uno de los jugadores más importantes viva una situación como esta, y sobre todo teniendo en cuenta que llega la fase decisiva de la temporada, donde se jugará el ascenso.

Macauley Chrisantus aterrizaba en el Real Murcia el pasado mercado invernal para intentar solucionar los problemas de gol de un equipo que se quedó sin un hombre de referencia en el centro del ataque tras la lesión de gravedad de Víctor Curto y el bajo rendimiento de Pedro Martín.

Pese a que había perdido cartel en las últimas temporadas, Pedro Gómez Carmona, entonces director de fútbol de la entidad murcianista, decidió confiar en el atacante que ya triunfó hace unos años en Las Palmas. La apuesta salió bien desde el inicio, y es que el nigeriano solo necesitó unos segundos ante el UCAM para conseguir el gol que significó el empate. Titular indiscutible para Salmerón, Chrisantus suma cinco goles en 1.030 minutos, y, convertido ya en ídolo del murcianismo, está llamado a ser una de las principales armas del Murcia en los play off de ascenso que comienzan el domingo ante el Elche.

Será en el césped donde el jugador intente olvidar el sobresalto que vivió cuando el casero del piso en el que se aloja se presentó para ponerle en la calle ante los impagos del club y que, en los últimos días, le ha llevado a expresar su malestar y su incomodidad con los responsables del entidad centenaria, así como sus dudas en continuar ligado al Real Murcia si no se pone fin a todos los problemas institucionales que rodean a la institución.