Hay entrenadores que cuando dicen de rotar al equipo incluyen también a los porteros, pero también están los técnicos que concretamente en esta posición no son muy amigos de realizar modificaciones, sobre todo cuando las cosas van bien, como es el caso de un Real Murcia en el que el guardameta balear Biel Ribas va a terminar la fase regular siendo el único miembro de la primera plantilla que no haya entrado en esta especie de 'descansos' que Salmerón le ha dado a algunos de sus jugadores más 'castigados' pensando en llegar al play off en las mejores condiciones posibles. Existía la posibilidad de que el domingo en Lorca hubiera aparecido por segunda vez en Liga la figura de un Santomé que en su primer curso como murcianista va a tener que conformarse con el recuerdo de haber sido titular en la Copa del Rey durante cuatro eliminatorias, pero que en Liga solo ha sido requerido por Salmerón para un día concreto en el que su compañero Biel Ribas no estaba al cien por cien tras recibir un golpe en la mano en un entrenamiento.

Y es que esta temporada en el Real Murcia, hablar del portero no es hablar solo de uno de los fichajes más sonados del pasado verano y de un jugador que, defendiendo la portería, ha sido clave para el equipo desde la primera jornada hasta ahora, ya que al mencionar a Biel Ribas todos los aficionados saben que sus paradas evitaron que el arranque de Liga fuera aún peor, mientras que con la llegada Salmerón sus intervenciones han resultado igual de trascendentes para hacer realidad el objetivo de un play off que parecía inalcanzable cuando el almeriense tomó las riendas del banquillo grana hace 27 jornadas.

El portero suplente, Alejandro Santomé, llegó ya al Murcia sabiendo que lo que tenía por delante no era ninguna broma, ya que el fichaje de Biel Ribas por el Murcia cuando ya tenía un acuerdo verbal con el Cartagena fue una de las noticias del verano, ya que muchos clubes lucharon por hacerse con los servicios de un portero que venía de disputar en Segunda División 31 partidos como titular con un UCAM que si bien descendió a Segunda B, el verano anterior estaba celebrando el salto al fútbol profesional, también con Biel Ribas como uno de los protagonistas de una campaña que, cosas de la vida, también tuvo como protagonista a un a José María Salmerón que firmó el ascenso de los universitarios como técnico hace dos temporadas. Por lo tanto Salmerón conoce perfectamente a un portero que lleva camino de completar toda la temporada como titular indiscutible, salvo un partido, ante el Córdoba B, donde por si fuera poco, a pesar de ser entendible por la inactividad y la falta de confianza, Santomé encima estuvo impreciso y fue protagonista en uno de los dos goles que encajó el equipo ante el filial cordobés, lo que tampoco ayudó a que nadie desde la grada haya reclamado, con mayor o menor fuerza, otra oportunidad para el joven portero madrileño, canterano del Atlético de Madrid, quien ocupa una de las plazas sub-23 del equipo.

La otra prueba de que Biel Ribas, a pesar de ser su primer año como grana, tiene muchos galones dentro del vestuario del Real Murcia, es que ha sido uno de los que públicamente se ha atrevido a denunciar los impagos de la entidad, de la misma manera que se encargó de que saliera a la luz pública una cláusula en su contrato por la que el jugador puede romper su vinculación con el Murcia si se produce algún tipo de retraso en el pago de sus mensualidades, un apartado que también tienen otros jugadores de la primera plantilla, aunque no a todos les interesa por igual que se conozca este dato. Al margen de reclamaciones legales, Biel Ribas lleva detenidos este curso cuatro penaltis, lo que le ha servido para recuperar el 'atractivo' que perdió el curso pasado en Segunda, donde no fue tan decisivo. Sin embargo, en el Murcia, si no fuera por el balear, ningún aficionado estaría ahora mismo hablando del play off de ascenso.