Llevan los jugadores del UCAM Murcia CB durante toda la temporada diciendo que el próximo es el partido más importante de sus vidas. Lo fue el de vuelta contra el Tenerife en la Champions y también el duelo de cuartos de final frente al Pinar Karsiyaka en el Palacio de los Deportes. Hoy hay un nuevo reto, el mayor hasta el momento: una semifinal de competición europea y en la cancha del rival, el AEK Atenas (20.30 horas, Popular Televisión). Un equipo que ha logrado unas cuantas victorias épicas tiene la oportunidad de convertirse en leyenda, de ser recordado dentro de treinta años, como aún están grabados a fuego en el recuerdo de los aficionados nombres de jugadores como Randy Owens, Mike Anderson, Bobby Martin, John Ebeling y Jonhny Rogers, por ejemplo. Ahora tienen la oportunidad de ocupar ese lugar preferente Clevin Hannah, Sadiel Rojas, Brad Oleson, Ovie Soko....

Controlar al rival y saber superar el espectacular ambiente en contra que vivirá esta tarde el UCAM en el magestuoso pabellón OAKA, serán dos factores determinantes para este club novato en estas situaciones, que nunca antes en su historia había llegado tan lejos y ni siquiera acercado. Hace solo ocho años, el 15 de abril de 2011, este club salía por última vez de la Liga LEB, a la que había caído tras sufrir un descenso traumático. Desde entonces solo crecido, algunas veces más lento de lo deseado, pero siempre logrando un nuevo reto. De ser un éxito la permanencia a instalarse en la zona noble y convertirse en prácticamente una obligación codearse con los mejores: «El UCAM es un club con un presupuesto muy bajo pero que crece cada año empujado no por la economía, sino por la ambicón, el inconformismo. Todos podríamos vivir más tranquilos diciendo que el objetivo es la salvación, pero ahora estamos aquí para lograr el premio al trabajo de mucha gente durante muchos años», dice Ibon Navarro, el entrenador que ha llevado a este club a estar entre los cuatro mejores de la Champions League después de sortear numerosos obstáculos, como los cupos nacionales que hoy le provocarán otro quebradero de cabeza, puesto que tendrá que descartar a uno de esos jugadores -Kevin Tumba o Marcos Delía no podrán jugar- que durante todo el curso han dado lo máximo para estar hoy en Atenas.

Enfrente estará un AEK Atenas que es quinto en la competición, ha apostado fuerte por acoger la Final Four y no quiere, bajo ningún concepto, que un recién llegado le amargue su fiesta. Para ello cuenta con una plantilla cargada de talento exterior y de fuerza interior. EL prometedor escolta Larentzakis, el habilidoso base Mike Green, el alero ex NBA Manny Harris, y los interiores Delroy James, una roda en defensa, Vincent Hunter y el capitán, Dusan Sakota, forman el núcledo duro de un equipo con una gran profundidad de banquillo.