Aunque Víctor Gálvez, el nuevo presidente del Real Murcia, ya ha desembolsado tres nóminas a un vestuario que ha encontrado cierta calma en la cuenta corriente del nuevo jefe de Nueva Condomina, lo cierto es que el empresario de Orihuela no está teniendo la misma prisa a la hora de ponerse al día con los que hacen su trabajo lejos del césped y que tampoco se visten de corto los domingos, los empleados del club. Y es que el presidente del Real Murcia, que hasta la fecha solo ha desembolsado desde su llegada una mensualidad a los empleados del Real Murcia, se está tomando con más calma de la que esperaban los trabajadores del club el asunto de ponerse al día también con sus respectivas nóminas. Así, tal y como confirmaron ayer a este diario desde el club grana, son cuatro los meses que hasta ayer por la tarde se les adeudaban a prácticamente todos los empleados del club.

Y es que en las oficinas y en los distintos departamentos del Real Murcia existe cierto malestar y nerviosismo en este sentido, ya que a muchos trabajadores les viene a la cabeza que lo primero que hizo el mexicano Mauricio García de la Vega nada más aterrizar como dueño del Murcia hasta que el anterior consejo de administración le prohibiera la entrada al estadio, fue desembolsar una mensualidad a jugadores y cuerpo técnico, al mismo tiempo que también se realizó uno de los pagos mensuales que tienen todos los empleados que dependen directa e indirectamente de la centenaria entidad. El nuevo presidente grana llegó con la mentalidad muy clara de que los jugadores debían estar al día -aunque se les sigue debiendo dos nóminas- y ahora, para no quedar mal, también tendrá que seguir rascándose el bolsillo para cumplir con sus obligaciones, a pesar de todos los riesgos que conlleva desembolsar dinero en una entidad de la que ahora mismo se desconoce quién es el dueño, ya que la última junta de accionistas ha sido impugnada.

En medio de la novela aparece una persona que ya no está, el extremeño Raúl Moro, quien en un año como presidente ha elevado la deuda del Real Murcia con Hacienda dando la espantada en el momento que se quedó sin liquidez, lo que abrió un escenario que sigue siendo el gran talón de Aquiles de un club que está pendiente de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo, la institución deportiva de mayor autoridad, se pronuncie sobre un caso en el que se podría haber incurrido en una presunta estafa, ya que García de la Vega tiene en su poder un contrato privado firmado con Raúl Moro por el que el mexicano pasa a convertirse en el propietario de la entidad grana, mientras que Víctor Gálvez envió a los medios una copia del cheque de 300.000 que le entregó a Raúl Moro y que, en teoría, lo convertía en máximo accionista del club y por tanto también en propietario.

A pesar de los primeros acercamientos que hubo entre ambas partes, ya que Gálvez llegó a ofrecerle a De la Vega un millón de euros para que renunciara al Murcia y se marchara, la situación continúa en puerto muerto y sin posibilidad de retorno y actualmente sorprende la gran racha deportiva del equipo de Salmerón con la incertidumbre que rodea a todo lo que tiene que ver con la propiedad de la centenaria entidad.