La junta de accionistas que el Real Murcia celebró el pasado 11 de abril en Nueva Condomina se cerró con el nombramiento de Víctor Gálvez como presidente del consejo de administración. Sin embargo, esa cita dejó el camino señalado para que el oriolano no solo controle el consejo de administración grana sino que también se convierta en el accionista mayoritario sin necesidad de esperar a saber qué resuelve el TAS de la disputa abierta por Mauricio García de la Vega, que defiende que es el dueño del club tras hacerse con el paquete accionarial de Raúl Moro. La clave está en la emisión de créditos participativos aprobada en dicha junta con el voto del extremeño, que, ante su ausencia, fue ejecutado por Víctor Gálvez.

Pese a la disconformidad de los pequeños accionistas, la Junta sacaba adelante un proceso que consiste en el lanzamiento de créditos participativos por valor de 600.000 euros, una cantidad que serviría para restablecer el equilibrio patrimonial y evitar que el club entrara en causa de disolución. Según lo aprobado, los ingresos podrían realizarse desde el 12 de abril hasta el 30 de abril, y Víctor Gálvez ya anunció tras la reunió que pondría el dinero el último día, es decir ayer. Sin embargo, desde el Real Murcia prefirieron mantener silencio y no confirmar si el oriolano había puesto los 600.000 euros. Simplemente se limitaron a decir que «la información se dará en la junta del 19 de mayo».

El oscurantismo, instalado en Nueva Condomina desde que Miguel Martínez y Deseado Flores secuestrasen el club para apartar a Mauricio García de la Vega y poner la alfombra roja a Víctor Gálvez, se ha acrecentado en todo este proceso, y es que pese a la necesidad de atraer a inversores y empresarios, el Real Murcia no ha publicitado en ninguno de sus canales oficiales el proceso de emisión de acciones. Tampoco, al contrario de lo informado en la junta de accionistas, se ha facilitado el número de cuenta de la entidad bancaria en la que se debía transferir el dinero.

Habrá que esperar hasta el 19 de mayo para saber si Víctor Gálvez ha cumplido con su palabra y ha ingresado los 600.000 euros que a partir del 31 de mayo, fecha en la que el préstamo se transformara en acciones, le convertirían en dueño de la entidad, y es que desde ese instante el paquete accionarial en manos de Mauricio García de la Vega quedaría sin ningún valor.

Ese ha sido desde el principio el objetivo de una medida planteada para restablecer el equilibrio patrimonial, pero que tanto pequeños accionistas del club como algunos expertos en derecho y en empresa, consideran que ha sido ejecutada para favorecer los intereses de Víctor Gálvez.

La propuesta lanzada en la junta de accionistas y aprobada con el voto único del oriolano, que actuó en nombre de Corporación Empresarial Augusta (empresa de Raúl Moro), establecía que «para el restablecimiento del patrimonio será necesaria la recaudación de un mínimo de 600.000 euros, pero no se establece un máximo». Con solo conocer la cifra fijada comienzan las primeras dudas, dado que «es imposible calcular el dinero que se necesita para restablecer el equilibrio patrimonial si no se han aprobado las cuentas del club al considerar que están incompletas y llenas de irregularidades», explica a esta redacción un abogado experto en temas mercantiles. «Si las cuentas no salen adelante no se puede someter a votación el punto siguiente», añade, refiriéndose al lanzamiento de créditos participativos.

Fue el propio Víctor Gálvez el que puso en el ojo del huracán las cuentas del ejercicio 2016-2017 elaboradas por el consejo presidido por Raúl Moro. Pese a votar en nombre del extremeño, el oriolano no quiso aprobar el balance económico, indicando posteriormente que «hay cosas que no me gustan». En ese instante, según los expertos, el consejo debería haberse saltado el punto quinto del orden del día -propuesta de medidas para restablecer el equilibrio patrimonial y, en su caso, elección y aprobación-, sin embargo Miguel Martínez, que presidía la reunión, siguió adelante, ignorando que en el informe en el que se planteaban esas ideas se deja claro que la situación patrimonial solo se conocerá «una vez que se aprueben las cuentas».

Así, pese a no conocerse cuál es la situación económica del Real Murcia a 30 de junio y a asegurarse por parte de Víctor Gálvez que hay ingresos que no se han recogido, la junta decide establecer que la cantidad necesaria para evitar la disolución es de 600.000 euros. Esa cifra es «arbitraria», informan las mismas fuentes, en cuanto a que no se sabe el resultado de pérdidas y ganancias, sin embargo el consejo no la puso al azar, y es que el que ingrese ese dinero se convertiría inmediatamente en dueño del Real Murcia en el momento que los préstamos se conviertan en acciones el próximo 31 de mayo. Esas acciones de la serie F dejarían totalmente sin valor el paquete comprado por Mauricio García de la Vega, quien está pendiente de que el TAS le dé la razón. Si Gálvez consigue ser más rápido que la justicia, el empresario mexicano tendría un problema, porque de ganar la disputa que mantiene con Raúl Moro vería como sus títulos han quedado anulados por los del oriolano, por lo que debería iniciar un nuevo proceso judicial para anular todo lo acordado en la junta del 11 de abril.

Las irregularidades del proceso podrían ser incluso mayores. Uno de los accionistas del Real Murcia, Pedro José Romero, calificaba en un informe sobre la junta colgado en su cuenta de Twitter «de ampliación de capital encubierta» lo aprobado, denunciando además que haciéndolo a la manera planteada por el consejo se consigue privar a los pequeños accionistas de su derecho de suscripción preferente. «La Ley da la opción de eliminar ese derecho de suscripción preferente cuando las condiciones de la sociedad así lo exijan. Es estrictamente necesario que un auditor de una entidad distinta a la que audite las cuentas del club emita un informe razonado y favorable. Lo dice el artículo 308 de la Ley de Sociedades de Capital, y eso no se ha cumplido», explicaba.

Además, Víctor Gálvez se ha convertido en juez y parte, ya que será el consejo de administración que él lidera el único que decida qué préstamos se van a acabar de convertir en acciones.

Aunque ayer acababa el plazo, el Real Murcia no emitió ningún comunicado informando si Gálvez Brothers o cualquier otro inversor había ingresado los 600.000 euros, por lo que habrá de esperar a la junta de accionistas prevista para el 19 de mayo o al 31 de mayo, día elegido por el consejo para convertir los préstamos en acciones. Fecha por tanto en la que el actual presidente quiere pasar a ser también el dueño del Real Murcia.