La victoria del Cartagena sobre el Lorca Deportiva concluyó con los ánimos muy caldeados. En la previa del encuentro se había hablado de primas a terceros, y la afición albinegra no recibió con los brazos abiertos al conjunto lorquino. Con el dominio insulso del Cartagena, la hinchada estaba más preocupada por los dos puntos que se escapaban que por otra cosa. Pero en los instantes finales, entre las pérdidas de tiempo del guardameta Hortal y un enfrentamiento entre algunos aficionados y el lateral Adrián Argachá, se desató definitivamente la polémica.

Tanto fue así que, con el 1-0 y el partido aún por sentenciar, el Cartagonova coreó al unísino el cántica de 'a Tercera, oé' para dirigirse a los pupilos de Mario Simón. Mientras tanto, en la zona de banquillos se generaba una pequeña trifulca entre jugadores suplentes e integrantes de los cuerpos técnicos, que obligó a detener el partido durante unos instantes y a que hubiese cinco minutos de prolongación.

El propio Alberto Monteagudo, comentó en la rueda de prensa posterior al encuentro que no le gustan ese tipo de cánticos, porque «estas situaciones luego se vuelven en tu contra a lo largo de tu carrera». «Es un calentón de la afición por la actitud y por el enganchón de Argachá. No creo que la afición del Cartagena se alegre de que el Lorca se vaya a Tercera», zanjó el técnico de Valdeganga.

Por su parte, el entrenador del Lorca Deportiva, Mario Simón, dijo que la reacción del público no le parece coherente con un equipo que acaba de descender, y recordó su visita al Cartagonova al 2015, cuando entrenaba a La Roda y el Cartagena estuvo al borde del abismo. «Creo que hay que ser un poco caballeroso con el rival», indicó el técnico visitante.

El caso es que la grada se indignó con la actitud de los jugadores del Lorca Deportiva, y a estas alturas de temporada, el más mínimo gesto es sospechoso. El propio Monteagudo supuso al final del encuentro que los jugadores lorquinistas obtendrían alguna prima por la victoria.

Homenaje al Naval de 1985

Antes de comenzar el partido, el FC Cartagena rindió un homenaje a los integrantes del CD Naval, que fueron campeones de España de Aficionados en 1985. Un club desaparecido que venció en una competición también desaparecida, pero que merecen ser recordados.

Durante la década de los años 20, el profesionalismo se impuso definitivamente en el fútbol de nuestro país con el inicio de la Liga. Para fomentar la continuidad de los jugadores amateurs, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) impulsó este Campeonato de España para Aficionados, cuya primera edición se disputó en 1930. Los equipos filiales de los grandes clubes, como el Real Madrid C (con 8 triunfos), el FC Barcelona (6 triunfos) y el Real Zaragoza B (3 triunfos) fueron los grandes dominadores de la competición. También otros que más tarde pasaron al profesionalismo, como el Eibar o el Salamanca, que lo ganaron en dos ocasiones.

El Naval, fundado en los años cuarenta, había conseguido el ascenso a Tercera en 1948. Después de cinco temporadas a un nivel más que notable, renunció a su plaza para dedicarse a la formación de futbolistas. Regresó a Tercera en 1983, dos años antes de su gran éxito. En 1985, ganaron al Real Oviedo B en la final por el título, gracias a un 4-1 que remontaba el 3-1 de la ida en Asturias.

El Cartagena FC había ganado ese mismo título en 1978. El Naval, por su parte, se convirtió en el filial del conjunto albinegro, hasta que desapareció definitivamente en 2002.

En otro orden de cosas, tampoco pasó desapercebida la pancarta que se desplegó durante el partido en uno de los fondos del Cartagonova, en la que se leía «Violar sale más barato que una pelea de bar», a modo de crítica contra la sentencia del caso de 'La Manada' que se ha conocido esta semana y que ha desatado una ola de protestas.

También apareció en el estadio el equipo de Dragon Boat formado por mujeres murcianas que han superado un cáncer de mama y que participarán en el Festival de Internacional Florencia.