El Real Murcia mira el mundo con unas gafas de color de rosa, y eso le ha llevado a plantarse en las últimas tres jornadas de la liga regular con más opciones que nunca. Da igual que jueguen bien o mal, que entren en los partidos con el pie derecho o con el izquierdo, el resultado siempre cae del lado de los de Salmerón. Un ejemplo claro es el que se ha visto esta tarde en Badajoz.

En un partido muy gris, el Real Murcia sale más vivo que nunca. Todo gracias a su acierto. Apenas dispararon a puerta, apenas pusieron en aprietos a una defensa demasiado frágil, pero a diezminutos para el final ya tenían los deberes hechos. Y todo gracias a los goles de Elady, que no pudo celebrar de mejor manera su vuelta a la titularidad, y de Carlos Martínez, quien volvió a actuar de revulsivo. Al final, un triunfo claro en el marcador, dudoso en lo que a juego se refiere, pero una victoria que deja a los de Salmerón a dos punto del Marbella, segundo clasificado, y a cuatro del líder, el FC Cartagena.

El partido empezó como acabó, con el Real Murcia por delante en el marcador, sin embargo, todo lo que ocurrió durante el choque fue negativo para los granas. El gol inicial de Elady Zorrilla, quien a los cuatro minutos ya había abierto el marcador, no sirvió para vivir una tarde tranquila. A los once minutos, unas manos dentro del área de Forniés eran señaladas como penalti, y Ruano ponía el empate. Fue a partir de ese instante cuando el Real Murcia desapareció del terreno de juego, dejando al Badajoz la iniciativa.

No conseguián los locales dominar con claridad, pero eran los únicos que miraban hacia arriba, que buscaban algo más. Sin grandes ocasiones para el Badajoz, el partido dejó señalado a un centro del campo grana, donde ni Armando ni Juanma cogían la manija. Santi Jara, muy activo en el inicio, también fue desapareciendo. Y así el Real Murcia deambulaba sin pena ni gloria por el terreno de juego. Solo Molo y Charlie Dean demostraban su buen momento para evitar cualquier susto en una línea que también contó con la colaboración de David Mateos, otra de las novedades en el once.

No cambiaron las cosas en el segundo tiempo. El Badajoz era el único que lo intentaba. De hecho, durante algunos instantes, viendo la tranquilidad de Biel Ribas para sacar de puerta, parecía que el Real Murcia se conformaba con el empate. Chrisantus se desesperaba al no ver el balón, y Santi Jara y Elady no entraban en juego. Así hasta el minuto 75, cuando una acción lo cambió todo. Carlos Martínez asistía a Elady, y el andaluz recibía una patada en la cara, acción que el colegiado castigaba con penalti. No falló el pichichi grana, que con una gran sangre fría establecía el 1-2 y permitía a los murcianistas creer en una victoria que se habían encontrado sin buscarla.

Carlos Martínez, que había salido en el minuto 62 para sustituir al lesionado Molo, se haría todavía más importante cuando, aprovechando un error de los locales y una asistencia de Fran Carnicer que le dejaba en una situación de privilegio, batió a Pawel cerrando el partido y una victoria que da alas a los de Salmerón con vistas a las tres últimas jornadas ligueras y al play off. Todavía hubo tiempo para que Eloy Jiménez acortase distancias, pero el colegiado no dio tiempo para sustos.