La Ruta de las Fortalezas hace años que se convirtió en una prueba que no puede ganar un corredor con escasa preparación o que desconozca su recorrido. En sus primeras ediciones era común ver en el podio a participantes de más de cuarenta años que llegaban desde cualquier punto del país. Pero en los últimos tiempos, esta joven carrera que parece ya una veterana por la dimensión que ha adquirido, solo es apta para buenos conocedores del terreno y treintañeros. De hecho, los atletas nacidos en los ochenta, la década prodigiosa española, se han convertido en los dueños. Solo hay que echar un vistazo al podio de ayer: todos, tanto hombres como mujeres, tenían treinta años pero no superaban los cuarenta, la edad idónea, de máximo rendimiento en distancias como por las que se desarrola la Ruta (53,7 kilómetros).

Ramón Navarro Cánovas (30 años), triatleta, alma máter del TriRunner Pozo Estrecho, club del que es presidente, y Verónica Bugliot (30), gallega afincada en Cartagena, profesora del colegio Luis Calandre de Santa Ana, fueron los grandes triunfadores de una jornada con temperatura ideal y viento que no llegó a incomodar en exceso a los primeros clasificados. Los ganadores fueron de menos a más, dosificando fuerzas, tomando ciertas precauciones en las zonas más escapardas del recorrido, para después marcar un ritmo constante y llegar hasta la meta en la Escuela de Infantería de Marina General Albacete y Fuster.

Navarro, quien después de la carrera esperó a todos y cada uno de los participantes de su club, invirtió un tiempo de 4 horas, 6 minutos y 33 segundos, culminando así una progresión que le ha llevado de conseguir un sexto y un tercer puesto al primero. Por el camino se quedaron ganadores de otras ediciones como Sisco Díaz Pozo y Rául Guevara, quien sufrió una caída en la bajada del castillo de San Julián cuando iba en cabeza. Tras el corredor de Pozo Estrecho, que trabaja como entrenador en el pabellón y que recibió el abrazo de la alcaldesa Ana Belén Castejón, entraron José Antonio Agüera (40 años), ganador en 2016, profesor del colegio Vicente Ros que también trabajó en la construcción y como cartero, padre de dos niñas, que sumó otro segundo puesto a su ya dilatado palmarés. Y entre los especialistas en largas distancias se coló José Carlos Caparrós (39 años), Jaro para los amigos, Policía Local de La Unión especialista en asfalto -hace unas semanas fue el 38º español en la Media Maratón de Valencia-. Este exfutbolista de Lasalle Minerva de Alumbres, acostumbrado a distancias más cortas, llegó a meta muscularmente roto, con calambres que provocaron que el propio Agüera saliera a su rescate.

Bugliot, campeona regional de carreras por montaña de maratón en 2017 y que comenzó a correr cuando le dieron plaza en Cartagena, logró un tiempo de 5 horas, 15 minutos y 20 segundos, superando a Lidia Rey (32 años), psicóloga que está preparando otra carrera de fondo, las oposiciones, también asidua a las distancias largas y a la dureza. El podio lo cerró otra cartagenera, Saray Paredes (32 años), madre de tres niños y empleada del Carrefour. Para la atleta del Runtritón Cartagena este tercer puesto supo a gloria después de pasar unas semanas personalmente muy duras, en las que ni siquiera pudo entrenar e incluso se tuvo que coger la baja en su trabajo. «Lo he conseguido por corazón», decía con lágrimas en los ojos en la línea de meta, emocianada después de realizar un esfuerzo mayúsculo dadas las condiciones en las que tuvo que preparar la Ruta de las Fortalezas, esa prueba en la que solo tres corredores suben al podio, pero que ganan 3.800.