María José Martínez Sánchez (Yecla, 12 de agosto de 1982) se ha convertido en una de las jugadoras más veteranas del circuito mundial. La murciana ya solo disputa torneos de dobles, donde este año ocupa el tercer puesto del ranking después de ser finalista con la eslovena Andreja Klepac en Brisbane, Doha y Charleston -es la diecisiete en la clasificación de la WTA-. Desde que fue madre hace cuatro años e hizo un largo parón en su carrera deportiva para ser intervenida de una grave lesión de rodilla, su vida deportiva ha dado un giro. Cuando nadie esperaba su regreso, no solo volvió al circuito, sino que lo hizo para seguir en la cima, ganando títulos. Además, este fin de semana volverá a defender a España en la eliminatoria de Copa Federación ante Paraguay que se disputará en La Manga Club. Ayer, en una entrevista concedida a LA OPINIÓN, admitía que le hace mucha ilusión jugar por primera vez en su tierra, aunque sabe que solo tendrá la oportunidad de ser protagonista si la eliminatoria se va al quinto partido, ya que en el torneo femenino el doble es el que cierra los duelos. En cualquier caso, prefiere que sus compañeras Carla Suárez y Garbiñe Muguruza resuelvan antes la permanencia de España en el Grupo Mundial II.

¿Qué objetivos se ha marcado esta temporada?

La verdad es que el año pasado ya lo acabamos bastante bien, entre las ocho mejores del mundo y nos clasificamos para al Masters de Singapur, muy contentas porque era uno de los objetivos planteados. Este temporada la empezamos bastante bien, haciendo final en Brisbane y en Doha, y hace un par de semanas también fuimos finalistas en Charleston. Aunque no hemos ganado ninguno de los títulos, estoy contenta con la evolución porque estamos terceras en el ranking mundial de 2018 como parejas. Nuestra intención esta temporada es ganar algún torneo de los grandes y creo que la evolución está siendo buena, porque si seguimos trabajando así, llegarán los triunfos. Ahora empieza la gira de tierra, una superficie donde nos sentimos bien, y con ganas de disfrutar lo que me queda de carrera deportiva.

Con 35 años es una de las tenistas con más edad del circuito. ¿No se siente un poco la madre de muchas jugadoras?

En su día yo era la pequeña y había otras más grandes, pero ahora sí que es cierto que soy de las más veteranas del circuito, algo que tiene sus puntos buenos y malos, porque está claro que el físico no es el mismo ahora que el de hace unos años, pero evidentemente en cuanto a la madurez mental, afronto todo de una manera diferente, no me presiono tanto y lo enfoco todo con otro talante.

¿Cómo le ha cambiado ser madre y deportista después de recuperarse de una lesión grave de rodilla?

La verdad es que mucha gente cree que yo cogí ranking protegido por el embarazo, pero en realidad no fue por eso, sino por la lesión de rodilla. Lo que pasó es que casi todo se fusionó mucho en el tiempo, porque a consecuencia de esa lesión de rodilla, acabé un poco cansada porque no podía competir al cien por cien, y cuando decidí pasar por el quirófano dije quería recuperarme bien, no tener secuelas y tomarme un tiempo largo para recuperarme. En ese momento intenté tener un hijo y todo vino muy rápido, pero cuando la niña ya tuvo diez meses empecé a competir de nuevo.

¿La niña ya sabe que su madre es tenista?

La niña es un bicho, tiene cuatro años pero sabe demasiado. La verdad es que estoy contenta de viajar con ella y ella de hacerlo con su mami. Yo soy competitiva, pero yo creo que mi hija es todavía más porque me anima desde la grada.

¿Lo peor es estar mucho tiempo alejada de la niña?

Bueno, hay semanas que la niña y mi marido me acompañan. Este año, por ejemplo, vinieron a la gira australiana, que estuvimos cinco semanas fuera. Ella ya ha empezado Preescolar e intentamos que no falte mucho, pero todavía no es imprescindible ir al colegio porque hasta los seis años que empiece la Primaria no es obligatorio. Por eso ahora prefiero que me acompañen los dos. En la última gira de Estados Unidos también vinieron conmigo casi un mes y medio. Hay semanas que viajo sola, pero en una gira larga siempre me acompañan.

¿Cómo compagina maternidad y deporte, porque no se puede descansar igual?

Cuando viajas sola sí que tienes más tiempo para ti, pero cuando me acompañan sí que estoy tiempo con ella. De todas formas, cuando acabo de entrenar me encargo de ella porque mi marido está todo el tiempo con la niña y él también necesita tener su espacio. Lo cierto es que nos compaginamos bastante bien. Estoy encantada y disfrutando de ser madre y deportista.

¿Y llegados a este punto de su vida, siendo madre y con 35 años, qué es lo que le mueve a seguir?

Que me gusta la competición. Además, yo tenía un ranking protegido que intenté aprovechar y bueno, ahora ya tengo una niña, ya no tengo tanta presión de pensar en parar por querer tener familia. Ahora que la tengo sí que tengo planeado ampliarla, por eso mi fecha de caducidad no está lejos, a lo mejor juego un año o dos más, pero tampoco voy a estar hasta los 47 años como Martina Navratilova, para nada me planteo eso.

Imagino que jugar dobles tampoco es económicamente muy rentable.

Fíjate que un 85% de los premios son para los individuales y el resto para los dobles, pero aun así sí que me compensa jugar al tenis.

Hace un tiempo le plantearon ser capitana de Copa de Federación. ¿Le gustaría ser entrenadora en un futuro?

Bueno, no lo descarto porque es al final lo que mejor sé hacer, es a lo que me he dedicado toda mi vida. Probablemente esté vinculada a este deporte en un futuro y el hecho de viajar tampoco lo descarto, pero si lo hago no lo voy a hacer a tiempo completo, haría ocho o diez semanas al año como máximo.

¿Ha cambiado mucho mentalmente, ahora se toma el tenis de otra manera?

Realmente después de ser madre te das cuenta de las prioridades de la vida. Antes, cuando perdía un partido, a lo mejor era un drama, pero ahora pierdes y ves después a tu hija y no pasa nada. Me presiono mucho menos y el resultado acaba siendo mejor porque disfruto mucho más.

¿Roland Garros es un objetivo prioritario esta temporada para usted?

Uno de los Grand Slam nos gustaría ganarlo. Está complicado aunque nosotras seamos una de las parejas que está siempre ahí arriba, pero en un Grand Slam siempre hay alguna jugadora de individual que juega dobles y que es sorpresa. Nunca se sabe y la verdad es que cada partido tienes que afrontarlo como si fuera una final porque nunca hay nada decidido.

¿Volver a jugar individuales ni se lo plantea?

No, eso ya lo tengo apartado. El año pasado jugué la previa de algún torneo y si entro en el cuadro final disputo un partido, pero como no estoy acostumbrada al entreno individual, es complicado ganar partidos. No es lo mismo media pista que toda la pista, y sobre todo se nota la preparación. Ahora estoy centrada en el doble, trabajo y entreno específicamente para ello y el individual cambia mucho.

Si la memoria no me falla, creo que nunca había tenido la oportunidad de jugar en la Región.

Así es, nunca. Aquí solo fui abanderada de una eliminatoria de Copa Davis en 1997 en el Murcia Club de Tenis en un España-Italia. Además, tendré durante todo el fin de semana a mi familia aquí, solo no podrá estar mi hermano, que juega al pádel y está viviendo en Barcelona.

¿Y por qué a su edad sigue en Copa Federación?

Porque la competición por equipos me encanta y me encuentro super feliz de representar a mi país. Aparte, soy muy competitiva, y el hecho de jugar con un equipo, animando durante todo el fin de semana, me gusta mucho.