ElPozo ha sucumbido ante el Palma por 4-1 en un encuentro en el que los de Duda no dieron muestras de querer llevarse y ceden la segunda plaza de la liga a un Barça que, salvo debacle pues le queda un partido y es contra Gran Canaria, contarán con el factor cancha en semifinales de los Play Off por el título. La escuadra murciana se ha mostrado totalmente desdibujada, irreconocible y sin pólvora, y no ha logrado inquietar demasiado a un conjunto balear que se ha encontrado con un choque muy plácido ante la inoperancia en ataque y los errores defensivos de la escuadra de la capital del Segura.

Duda sacaba en el quinteto inicial a Álex y Miguelín, que regresaban a la convocatoria tras superar su lesiones. El ala balear, que se encontraba entre la que fue su casa y la que lo es en la actualidad, daba muestras de que, al igual que el ciezano, no estaba a tope físicamente. El choque arrancaba con un disparo de Matteus y otro de Miguelín y con ElPozo buscando asfixiar su rival conscientes de lo complicado del contrario. El Palma, tras aguantar el embiste inicial, daba un paso al frente para tratar de inquietar a Fede, que ocupaba la portería en detrimento de Fabio, e iguala las fueras sobre la pista. El cuadro murciano, que nunca ha perdido en Son Moix, quería mantener la racha aunque con el paso de los minutos los de Vadillo, que también se estaba jugando sus aspiraciones de acabar entre los ocho primeros y disputar los Play off por el título de liga, tomaron el control del encuentro.

Duda movía a su banquillo dando entrada a Pito y Marinovic, entre otros, para lograr una mayor verticalidad sobre la pista. Y en una jugada tras un saque de banda, Diego Favero logró el gol de los locales con un disparo lejano. Los de Vadillo, que estaban muy encima de los pupilos de Duda y los ahogaban en la salida de balón, se encontraban cómodos contra un rival que no transmitía las mejores sensaciones en un encuentro algo enloquecido. El conjunto de la del Segura se diluía en ataque, le costaba mucho avanzar metros y se veía impotente ante elcapital buen hacer de su rival, mucho más fino encontrando huecos en la defensa rival. Hasta que Marinovic robó un balón en su campo, avanzó regateando a un rival y clavó un zurdazo por alto en la meta contraria. Sin dejar grandes sensaciones, la escuadra murciana equilibraba el choque haciendo que el duelo cambiase su perspectiva.

Llegados al ecuador del primer tiempo, no había un claro dominador. Ambos equipos se disputaban imponer su juego y lo que quedaba era un estilo caótico, de jugadas rápidas y golpes cruzados, que generaba mucha tensión en cada bando. La defensa de los de Duda, con el paso de los minutos, fue solidificándose logrando reducir a la mínima expresión las grietas que mostraba en los compases iniciales. En la parcela ofensiva, sin embargo, seguía encontrando problemas. La presión alta y constante del Palma lograba que el juego del conjunto murciano fuera trabado en su avance. A los de Duda les faltaba un punto de velocidad ante un Palma que comenzaba a visitar, con mayor frecuencia, la meta de Fede.

Y en una gran jugada de los de Vadillo, Paradynski aprovechaba un error en la marca para batir con el pecho a Fede estando solo en el segundo palo. Duda seguía moviendo a su banquillo para tratar de encontrar alguna opción que le permitiese a su equipo encontrar la tranquilidad sobre el parqué, algo que no había conseguido todavía, en un choque que seguía complicándose. La inexistencia de profundidad en las jugadas y las trabas que se encontraba en la circulación de balón lastraban demasiado a un ElPozo sin chispa. Y en un tropezón con el balón de Pito cuando iniciaba la jugada, el esférico quedó muerto al borde del área y Diego Quintela aprovechaba el regalo para hacer el 3-1. El despropósito era mayúsculo y tocaba apelar a la épica en el segundo tiempo para recuperar sensaciones, el pulso del choque y remontar ante el Palma para no claudicar y ceder el segundo puesto.

En el segundo acto, ElPozo saltó potenciando el aspecto ofensivo. No le quedaba otra pues el segundo puesto estaba en juego y no le valía ni el empate. La escuadra murciana ponía intención pero adolecía de decisión a la hora de finalizar las jugadas en un choque en el que quedaba un mundo por disputarse. Y aunque el esférico pasó a ser de los visitantes, otro error defensivo, esta vez de Xuxa, provocaba una contra que finalizaba Paradynski para hacer el 4-1. El mazazo fue brutal. El golpe anímico era devastador y el equipo, que no daba muestras de contar con pólvora en sus filas, se diluía.

Las sensaciones, ya de por sí malas, no apuntaban al cambio y el Palma, que no se esperaba un encuentro tan plácido, se movía con soltura sobre la pista. Fede se desesperaba ante las constantes llegadas de los locales, que asediaban con disparos lejanos o con contras muy peligrosas y que siempre acaban con superioridad a un rival inoperante. Ese paso al frente que estaba obligado a dar ElPozo lo había dado el conjunto local.

Restando algo más de diez minutos para el final y con cuatro goles por marcar, Duda sacó a Álex de portero jugador. Parecía el único recurso que le quedaba por probar al técnico hispanobrasileño para revertir una situación que no daba la impresión de poder cambiar. La defensa de los locales se mostraba muy sólida y no parecía afectarle el juego en estático que desplegaba ElPozo con cinco para cuatro. A pesar de la superioridad sobre la pista, los disparos visitantes se hacían desde larga distancia y hacían lucirse a Nico Sarmiento. Además de luchar contra el marcador, ElPozo luchaba contra el tiempo. Los de Vadillo no daban muestras de sufrir demasiado y, cada vez que tomaba posesión del esférico, transmitían el aroma de poder hacer el gol, algo que no destilaba ElPozo. Tras cinco minutos jugando con portero jugador y no haber logrado un tanto, Fede volvió a la portería. No había funcionado tampoco ese recurso, aunque volvió a intentarlo pues no quedaba opción alguna. ElPozo, totalmente desdibujado, no se encontraba y era irreconocible. Estar diez minutos en superioridad y no sacar rédito a ese recurso daba muestras de lo que se mostraba sobre el parqué de Son Moix en el que los últimos instantes fueron un mero trámite. Y así, sin atisbos de competitividad, ElPozo claudicó en un choque que lo deja en la tercera plaza y con muchos deberes que hacer de cara a lo que se aproxima en el futuro.