El Real Murcia sigue ensuciando cada día su imagen pública. El consejo de administración del Real Murcia, que desde hace quince días controla el club por la fuerza, ha elevado al máximo sus acciones en una jornada en la que el secuestro de la entidad ha llegado al punto de que por primera vez en la historia los medios de comunicación no han tenido acceso a una junta general.

La seguridad privada se ha convertido en la gran protagonista del día. Impidiendo hacer el trabajo a los periodistas y expulsando a los medios de una instalación pública a la vez que el consejo se enfrentaba a los pequeños accionistas.

Mauricio García de la Vega, que ha llegado acompañado de un notario, no ha podido asistir a la junta. El mexicano explicaba a los medios que Deseado Flores le había informado que no podría acceder al no ser accionista. Según el secretario del club, el Real Murcia no ha recibido la notificación del Consejo Superior de Deportes en la que se confirme que De la Vega es el máximo accionista. De momento no se conoce si Gálvez Brothers está actuando como máximo accionista. El que no estaba en la sala durante los tres minutos en los que se ha dejado tomar imágenes en Raúl Moro.

Presidiendo una reunión celebrada en la sala de prensa está Miguel Martínez. A su lado Víctor Manuel Gálvez, que actuaría como vicepresidente. También están Juan Merino y Gabriel Torregrosa. Deseado Flores, secretario del consejo, se encontraba en una de las puertas de acceso decidiendo quién puede entrar y quién no.

De momento no se conoce lo que está sucediendo en el interior del estadio. En las explanada, los medios siguen esperando que alguien del consejo dé explicaciones. En el exterior también se encuentra Mauricio García de la Vega, que está dialogando con varios aficionados partidarios del consejo y que desde que ha aparecido el mexicano no han parado de insultarle y atacarle, impidiendo además el trabajo de los medios de comunicación.

Según ha podido conocer esta Redacción, el empresario Víctor Manuel Gálvez tiene un poder de Raúl Moro para que vote como máximo accionistas. El mismo no está autorizado por el Consejo Superior de Deportes, pero pese a ello ha sido aceptado por el Consejo.

Pasadas las dos y media de la tarde, la junta aún no había comenzado debido a que el presidente y el secretario del consejo, Miguel Martínez y Deseado Flores, respectivamente, no tenían claro el libro de acciones. Acaba de abandonar la Junta Higinio Pérez, uno de los accionistas minoritarios del club. El abogado explicaba, molesto por todo lo que estaba ocurriendo, que "nos tienen dos horas para acreditarnos como accionistas y ahora la Junta es incapaz de determinar quién es el dueño del club ni tampoco está inscrito en el registro mercantil Deseado Flores como secretario". "Se les ha pedido dentro la documentación y son incapaces de aportarla", comentaba, para añadir que ya es imposible que la entrada de Gálvez como presidente pueda ser aceptada para esta Junta.

Pablo Baeza, representante de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Real Murcia, también ha abandonado la sala donde se está llevando a cabo la Junta del club grana. El murciano ha dejado claro su malestar al considerar que el máximo accionista no está presente, ya que según el Consejo Superior de Deportes la empresa de Samper todavía tiene más del 77% de las acciones de la entidad. Además, Baeza ha indicado que la Junta no es capaz de acreditar a Deseado Flores como secretario y a Víctor Gálvez como vicepresidente. Dejando claro que no apoya a ninguna parte, el murciano abandona la Junta al considerar que los accionistas que le han cedido sus títulos no tienen que estar representado en un acto que considera que no tiene validez.

Con el voto de Víctor Gálvez, que finalmente está haciendo uso del poder que le ha otorgado Raúl Moro para votar como máximo accionista, no ha aprobado las cuentas del ejercicio 2016-2017.