Las grandes tardes de fútbol en Nueva Condomina siempre llenan el palco del estadio grana. Si cada fin de semana, destacan las butacas vacías; en un derbi, como el de ayer, la zona de privilegio se queda pequeña. Ni una silla quedó libre en la primera fila. Mientras que Miguel Martínez, presidente del Real Murcia, y Víctor Gálvez, próximo a ocupar el sillón de mando, hacían de anfitriones; el FC Cartagena venía acompañado por su presidente, Paco Belmonte, que acudió al palco a diferencia de la cita de la temporada anterior, y respaldado por Ana Belén Castejón, alcaldesa de la ciudad portuaria. Como una de las piezas fuertes del PSOE, la cartagenera estuvo acompañada, además de por dos de sus concejales -Domingo Segado y Obdulia Gómez-, por el secretario general del partido en la Región, Diego Conesa. Por el bando murciano, a falta de José Ballesta, que no acudió a la cita, acudió el edil de Deportes, Felipe Coello; la concejala de juventud, Rebeca Pérez, y el teniente alcalde Pepe Guillén. Por su parte, el Gobierno regional estuvo representado por el consejero Andrés Carrillo y Alonso Gómez López, director general de Deportes.

Tampoco quiso perderse el derbi regional el empresario Tomás Fuertes, que acudió acompañado de José Antonio Bolarín, presidente de ElPozo de fútbol sala.

Las butacas VIP también recibieron la visita de algunos exmurcianistas, como fue el caso de Vicente Mir, que no dudó en saludar amistosamente a Óscar Sánchez, excapitán del Real Murcia y segundo del valenciano tanto en el banquillo grana como en el del Elche. Antonio Cañadas, José Ángel Carrillo y Sergi Guilló también se dejaron ver por la zona de privilegio.