El Lorca Deportiva dio un serio paso hacia el descenso al sumar una derrota ante el Granada B por 0-1. Los de Mario Simón han acumulado tan solo dos puntos de los últimos doce. El Granada cumplió con el trámite haciendo lo justo. El partido fue malo. Los lorquinos carecieron de casi todo, pues no tuvieron ambición ni supieron aprovechar los numerosos regalos de un inocente y excesivo pasivo del filial visitante.

La primera parte solo tuvo un color el negro del Granada B. A veces daba la impresión que al técnico local Mario Simón se le olvidó que su equipo tenía la necesidad imperiosa de ganar. Los lorquinos no fueron a por el partido tal y como se esperaba:dieron el balón al Granada.

Los locales esperaban con los once hombres detrás del cuero, mientras que los visitantes marcaron el ritmo que les interesó. Tuvieron la posesión, pero no tenían prisa por llegar a las inmediaciones de Simón.

Para colmo el mejor jugador local de los últimos partidos, Chirri, quien había estado renqueante durante la semana, se terminó de romper y tuvo que ser sustituido a los veintiún minutos.

Antes, el filial nazarí se adelantó en el marcador. Corría el minuto ocho. El balón parecía que no quería entrar, ya que en la misma jugada entre el palo y Simón evitaron el gol en primera instancia pero al final Isi lo resolvió con un certero remate.

Aarón evitó el empate tras repeler un remate de Juan Arcas.

Poco más de la primera parte. Tan solo algunos errores puntuales de los centrales visitantes pudieron costarle algún disgusto, más por demérito del Granada que por mérito del Lorca.

La segunda parte fue peor. El Granada hizo su partido y aunque se pegó un tiro en el pie, no fue suficiente para que el Lorca lograra darle la vuelta al partido. En los minutos sesenta y cinco y sesenta y seis, el colegiado, a instancias de su auxiliar, anuló dos goles a Javi Saura y Juan Arcas.

El Granada intentó parar el juego y a veces la inocencia de sus jugadores les pudo costar caro. Fue el caso de Juancho que iba a ser sustituido pero su excesiva lentitud para abandonar el campo le valió para que el colegiado le enseñara la segunda tarjeta amarilla y expulsión. Ni jugando con un hombre más el Lorca Deportiva fue capaz de acercarse con peligro a la meta de Aarón.

El equipo lorquino jugó con mas corazón que cabeza. La impresión que transmitía es que a los jugadores les está pasando factura el esfuerzo de los últimos partidos. No había frescura ni en el campo ni en el banquillo. Mario Simón solo realizó dos cambios. Las lesiones de hombres importantes como Carrasco y Chirri también pudieron ser determinantes en el juego local.

Daba la impresión que el partido estaba muerto. Sin embargo el empate pudo llegar en el tiempo añadido, pero Aarón realizó un paradón cuando se cantaba el gol en la grada.