Los aficionados del Cartagena siguen pensando en el derbi de mañana en Nueva Condomina y ayer a última hora la entidad que preside Paco Belmonte había despachado ya 1.200 localidades entre sus seguidores, lo que deja bien a las claras que no habrá un desplazamiento tan numeroso como se podía pensar en un principio. El precio de las entradas ha podido ser uno de los motivos del 'frenazo', ya que los 20 euros establecidos, lo mismo que tuvieron que pagar los seguidores del Murcia en la primera vuelta, no han ayudado tampoco mucho.

En cualquier caso el desplazamiento será como para tenerlo en cuenta, ya que veinte autocares de seguidores del Cartagena desembarcarán en Nueva Condomina en un choque que también estará marcado por las fuertes medidas de seguridad después de que Antiviolencia decidiera el pasado jueves declarar el choque entre el Real Murcia y el Cartagena como partido de alto riesgo, lo que incrementará la presencia policial de manera notable comparado con cualquier otro encuentro.

Los interesados en adquirir su entrada en las taquillas del Cartagonova deben saber que hoy es el último día, ya que desde las 11.00 horas a las 14.00 horas será la franja en la que se puedan comprar las últimas localidades. El objetivo era desplazar a unos dos mil hinchas del Cartagena, pero tras el ritmo de venta a lo largo de la semana parece que no será uno de los derbis más secundados.

Los que, sea por el motivo que sea, no puedan hoy retirar sus entradas en Cartagena, en las taquillas de Nueva Condomina se podrán adquirir también el mismo día de partido, al mismo precio que costaban en Cartagena.

Los seguidores albinegros volverán a la parte superior de la grada lateral, la ubicación desde la que ya vieron el derbi de hace una campaña en el coliseo grana, donde los dirigentes no llegaron a sentarse en el palco de autoridades y se fueron con los seguidores visitantes. En principio parece que esta vez no será así y que los representantes de ambas entidades, a pesar de que en el Murcia no está claro ni quién es el dueño del club, compartirán la primera fila de un palco del que solo falta por saber qué políticos deciden aparecer por la zona noble.