El Real Murcia descansa cada noche mejor. Y todo porque ha conseguido rellenar a tiempo un colchón que pluma a pluma le va a permitir encarar el tramo final de la temporada en una posición cómoda y con margen en caso de que se produzca algún que otro accidente. El conjunto grana encarará las últimas seis jornadas en la zona que da acceso al play off de ascenso a Segunda División y lo hará con una renta de seis puntos respecto al quinto clasificado después de que el punto conseguido en Jumilla el pasado sábado, pese al mal partido cuajado por los jugadores que dirige José María Salmerón, tuviera mejor sabor desde ayer con el empate entre el Melilla y el UCAM en La Condomina, lo que permitió a los murcianistas conservar esta renta al mismo tiempo que tachaba una jornada más en el calendario.

Con 18 puntos todavía por disputar, el Murcia contará con una ventaja de seis para asegurarse un billete hacia las eliminatorias por regresar al fútbol profesional por cuarta temporada consecutiva. Algo impensable hace unos meses cuando el equipo, construido a golpe de sueldos inasumibles para la categoría, sin ninguna planificación deportiva y con hasta tres entrenadores sentándose en el banquillo, llegó a ocupar a mediados de octubre posiciones de promoción por la permanencia en la categoría de bronce. La llegada de José María Salmerón, entrenador del cuadro murciano, logró despertar a los granas de una pesadilla de diez jornadas en la que tan solo se obtuvieron de 10 puntos de treinta. Y eso que la andadura del técnico almeriense no comenzó nada bien con la derrota ante el San Fernando por 3-2 en tierras gaditanas.

Sin embargo, a partir de ahí, el Murcia inició un 'sprint' de 22 jornadas en las que ha sido capaz de acumular 43 puntos. Reacción que no ha sido suficiente para, de momento, poder aspirar al primer puesto, que era el objetivo inicial en verano al tener que superar tan solo una eliminatoria para regresar a la Segunda División. Aunque a día de hoy sí le vale para salvar los muebles en una campaña díficil y encarar una situación que hace unos meses hubiera firmado la mayoría de aficionados como si de un cheque en blanco se tratase.

El gran favorecido del empate entre el UCAM y el Melilla ayer (1-1) fue el Murcia, y eso le permite afrontar los próximos dos compromisos ante dos rivales directos con un ojo puesto en poner más tierra de por medio respecto al quinto clasificado y otro para mirar de reojo a la parte alta por si a alguno de los dos rivales que están por encima le tiemblan las piernas en las últimas fechas del calendario. Y es que el cuadro murciano recibirá en su estadio las dos próximas jornadas al FC Cartagena, el domingo a las 18.30 horas, y siete días más tarde al Extremadura. Dos encuentros que pueden marcar el rumbo del Murcia en las últimas semanas de la liga regular. En caso de conseguir esos seis puntos, los de Salmerón se meterían de lleno de nuevo en la lucha por el liderato a la espera de lo que haga un Marbella que, a priori, tiene un calendario más asequible sin enfrentamientos directos, aunque se tiene que medir a equipos que se juegan la permanencia como el Écija o el Recreativo de Huelva.

El conjunto grana deberá mantenerse fuerte en su feudo después de levantarse tras las derrotas sufridas como local ante el Melilla y al inicio de la primera vuelta y frente al Córdoba B hace un mes. El equipo de Salmerón ha encadenado desde entonces dos triunfos consecutivos ante el San Fernando (2-1) y Las Palmas Atlético (2-0) y deberá demostrar que ha cerrado las puertas de su estadio para evitar que se escapen más puntos. Racha totalmente distinta a la que presenta como foráneo, donde acumula diez jornadas consecutivas puntuando. Esa ha sido una de las claves que le han llevado a conseguir este colchón con el que afrontará las seis últimas jornadas con un pie puesto en la pelea por intentar salir con una sonrisa de un play off de ascenso a Segunda División.