Con la llegada de José María Salmerón a mediados de octubre, el Real Murcia volvió a poner los pies sobre la tierra. El entrenador grana le recordó a todo el mundo lo difícil que resulta la Segunda División B y lo que hay que hacer para tener una oportunidad en mayo que te permita salir de un infierno que sube varios grados su temperatura a los que encadenan algunos años consecutivos en él. El técnico almeriense ya dijo hace unos meses que no se puede empezar la casa por el tejado. Que para estar en el play off de ascenso primero hay que ser cuarto y, una vez conseguido eso, toca luchar por ser tercero, segundo o primero. Salmerón enderezó con su librillo el rumbo de un Murcia a la deriva. Con el 'carpe diem' por bandera, afrontó todos los partidos como si fuera el último para recortar todo el terreno perdido en los primeros meses de competición.

Quizá, por eso, sorprendió que ayer en Jumilla quebrantara una de sus premisas al levantar la mirada una semana más allá que la del encuentro ante el equipo vinícola. El equipo murcianista se plantó en el Municipal La Hoya, ahora Uva Monastrell, con cinco jugadores apercibidos de sanción (Fran Carnicer, Santi Jara, Jordan, Orfila y Pedro Martín) y tan solo uno de ellos fue titular. Salmerón cambió por completo la banda derecha con Juanra y Elady, dejando a dos de los jugadores que más minutos han disputado esta campaña -Orfila y Santi Jara- en el banquillo con la idea de asegurarse su presencia para el derbi del domingo ante el Cartagena en la Nueva Condomina.

Alberto Monteagudo, entrenador albinegro, comprobó desde la grada junto a José Miguel Campos, exentrenador del UCAM, como su homólogo se reservaba sus primeras cartas para el duelo de la próxima jornada, donde el Murcia podría jugarse su última bala de poder optar a ocupar una de los dos primeros puestos de la tabla del grupo IV. «Tenemos confianza plena en todos los jugadores de la plantilla», incidió el técnico del Murcia al ser preguntado al término del encuentro, quien quiere a todos sus hombres preparados para sumar minutos en cualquier momento.

Minutos que no tuvo el francés Hervin Ongenda. El extremo, quien llegó de la mano de Pedro Gómez Carmona, director de fútbol despedido por el actual consejo de administración, fue presentado hace unos días y ayer entró por primera vez en una convocatoria tras resolver unos problemas burocráticos aunque tendrá que esperar su oportunidad unos días más. Como la seguirán buscando Víctor Curto y Manu Miquel que, tras romperse ambos el ligamento cruzado este curso, intercambiaron impresiones minutos antes de comenzar el choque. Uno ya ve la luz al final del túnel, el otro está próximo a volver a andar sin muletas.