Sano y salvo. Así salió ayer del Karsiyaka Spor Salonu el UCAM Murcia CB en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. Los murcianistas, que llegaron a disfrutar de una renta al descanso de 19 puntos, concluyeron el choque con 14 de diferencia (65-74) que debe ser suficiente para sentenciar el próximo miércoles 4 de abril en el Palacio de los Deportes el pasaporte para la Final Four, un hecho histórico en la trayectoria del club. Fue un partido interminable, que duró más de tres horas, con multitud de incidencias y que levantaron las suspicacias, ya que el marcador se rompió al descanso después de firmar el conjunto de Ibon Navarro un primer tiempo espectacular (30-59), con un baloncesto sobresaliente. Y después de estar casi una hora el partido parado, Clevin Hannah, Sadiel Rojas y Ovie Soko fueron descalificados a menos de cuatro minutos de la conclusión tras ser empujado por un aficionado local el alero dominicano. Y es que todas las bellas historias deportivas están siempre rodeadas de épica, superando piedras en el camino. Pero ello puso sobre el parqué del pabellón de Karsiyaka el UCAM carácter. Porque los murcianistas no se amedrentaron cuando cayeron objetos hasta el banquillo ni cuando vieron desfilar hacia los vestuarios a tres de sus jugadores más importantes.

Sobre dos pilares cimentó su espectacular primera parte el equipo de Ibon Navarro. Por un lado, el técnico tejió una red en la que cayeron Jarrod Jones y DJ Kennedy, los jugadores más sobresalientes del Pinar. Por otro, encontró en ataque el triángulo Hannah-Soko-Lima, que hizo estragos. Entre los tres firmaron 41 puntos de los 49 del UCAM Murcia, que abrumó en el rebote (7 de los locales por 18 los visitantes). Fueron, en definitiva, dos cuartos inolvidables, casi insuperables.

Después de unos primeros compases de tanteo, igualados, un parcial de 2-10 puso a los murcianistas en la rampa de despegue. Ni la segunda falta de Hannah redujo las prestaciones antes de concluir el primer cuarto con una renta de nueve puntos (15-26).

El recital Lima, que llegó al ecuador del choque con 19 puntos, se vivió en el inicio del segundo acto. El hispanobrasileño, que esta misma temporada jugó en liga con el Besiktas en el pabellón de Karsikaya, voló sobre el aro del Pinar, además de lograr canastas desde cinco metros que destrozaron la moral de su defensor, Marko Banic. Ni el tiempo muerto del técnico local (min. 15) con 22-34 en el tanteo logró frenar al equipo de Ibon Navarro, que en el regreso a la pista se encontró con los triples de Hannah y Benite (28-44, min. 19), que solventaron un ligero momento de crisis ofensiva para cerrar el segundo cuarto con un parcial de 2-8 tras un palmeo de Marcos Delía y un 2+1 de Ovie Soko.

El que entró en colapso en el descanso fue el marcador, que ya había dado algunos problemas con anterioridad. Después de casi una hora de espera con el juego interrumpido, el choque se reanudó con dos equipos fríos, el speaker cantando las posesiones y sin saber el número de faltas. Fueron los turcos, como se temía, los que primeros entraron en combustión. Jarrod Jones, con dos triples (38-52, min. 22), puso en alerta a Ibon Navarro, quien no quería que el choque, como pretendían los locales, se acelerara. Brad Oleson puso entonces la calma, el temple necesario para controlar el ritmo. Lima le echó una mano justo antes de cometer Jones la tercera falta personal. Sin embargo, el UCAM mantuvo siempre por encima de los diez puntos a su rival, alargando todos sus ataques para volver a adquirir una renta de 17 puntos (40-57, min. 25). Al Pinar solo le quedaba un recurso conocido en Murcia: Scott Wood. Los locales buscaron al alero estadounidense con insistencia y el de Indiana anotó dos triples consecutivos (48-59), sumándose también Kenndy (51-60, min. 29). El parcial de 11-3 lo rompió Álex Urtasun con un lanzamiento de tres que aminoró los efectos del ciclón turco al final del tercer cuarto (51-63).

Y cuando parecía que ya era imposible que se vivieran más situaciones extraordinarias, en el último cuarto, con 53-68 en el marcador y 3 minutos y 51 segundos para el final, un contraataque de Berk Urgulu acabó con el base por los suelos tras chocar con Sadiel Rojas, aunque previamente le había hecho una falta personal Bard Oleson. Y ahí se montó el lío. El alero dominicano protestó y pasó cerca de la grada, recibiendo un empujón de un aficionado. Clevin Hannah y Ovie Soko, que estaban en el banquillo, saltaron a la pista para intentar protegar a su compañero y los colegiados, después de estar parado otro cuarto de hora el choque, decidieron descalificar a Rojas, Hannah y Soko, que se tuvieron que ir a los vestuarios.

El cómodo colchón corría peligro de esfumarse en esta situación. De hecho, Wood anotó un triple nada más reanudarse el choque (58-68). Oleson y Lima volvieron a aparecer providencialmente antes de que el Pinar se situara por debajo de los diez puntos (65-74). Pese a algunos errores en el último minuto en los tiros libres y tras señalar los colegiados una técnica al local Bryon Allen, apareció Álex Urtasun para firmar los últimos cinco puntos, tres de ellos con un triple sobre la bocina final, que dejó la renta en 14 puntos (65-79) que deben ser suficientes para que la vuelta no sea un infierno, sino una fiesta en medio de las Fiestas de Primavera