El fútbol está acuñado de frases lapidarias que, ciertas o no, nos solemos acordar de ellas cuando las corrobora el juego en un instante determinado del partido. No vamos a relatar aquí los latiguillos que inundan este deporte, pero uno de ellos se ha vuelto a repetir esta temporada con el FC Cartagena como protagonista.

Al equipo albinegro se le están atascando los minutos finales de los encuentros y hay situaciones que es capaz de controlar cuando el partido lo controla cómodamente en el marcador pero en otras, la mayoría, no suele ser así y solo basta recordar el último enfrentamiento liguero ante el Granada B, en el que perdió el liderato del Grupo IV en el minuto 87 cuando encajó un gol obra de Juancho en el único disparo a puerta del rival en toda la segunda parte del encuentro.

Esta campaña el equipo albinegro ha pecado de ingenuidad en demasiadas jornadas, tantas que le han provocado la pérdida de al menos 13 puntos en todo este periodo. Ese candor manifiesto de los albinegros lo ha puesto sobre la mesa el propio entrenador, que ve cómo se escapan puntos ya conquistados por errores cometidos en los últimos instantes de los encuentros.

Concretamente el Cartagena ha recibido un total de trece tantos, más del 48% de los encajados esta temporada (27) desde el minuto 78 hasta el final de los encuentros -tiempo añadido incluido-. Así, algunos han supuesto no llevarse el triunfo que campeaba en el marcador a favor de los albinegros como la pasada semana o la undécima ante Las Palmas Atlético y otros la derrota como la sufrida ante el Villanovense en la jornada vigésimo cuarta o los tres goles recibidos desde el minuto 81 en una monumental pájara ante el Betis B en la jornada decimosexta.

Lo cierto es que visto el resultado final y a tenor de los goles que ha visto como le marcaban en ese periodo, el equipo albinegro podría haber sumado al menos 13 puntos más, lo que le pondría ahora las cosas más fáciles en este tramo final de la competición.

Si bien es cierto que también ha logrado arreglar algún que otro desaguisado es esta fase de los encuentros tirando de casta, está claro que un equipo como el que dirige el manchego Alberto Monteagudo, que aspira a luchar por el ascenso, no puede permitirse tener estos descuidos de forma asidua.