La Región de Murcia está salpicada por un buen ramillete de carreras populares que discurren por parajes naturales, principalmente zonas de montaña (senderos, veredas o pistas). La afición por este tipo de pruebas crece exponencialmente y aunque en todas puede llegara producirse algún problema en los primeros kilómetros, cuando los participantes se encaminan por estos estrechos recorridos, nada es comparable a lo que sucede con la Ruta de las Fortalezas.

La Escuela de Infantería de Marina General Albacete y Fuster, organizadora de la prueba que se disputa el próximo 14 de abril, busca en todo momento que los participantes no encuentren demasiados sobresaltos en la ya de por sí dura prueba que consta de 53 kilómetros de recorrido. Esta edición de 2018, la novena, ha ideado un plan antiatascos para evitar las aglomeraciones de los primeros kilómetros que entorpecen el paso de cientos de corredores y pueden poner en peligro la seguridad de los participantes.

Y es que poner a 3.800 personas a recorrer Castillos y Fortalezas de Cartagena, con trazados en los que en ocasiones hay que ir en fila de uno sin posibilidad de adelantamientos, es de por sí un examen para los promotores de la carrera.

Así pues, este año se ha previsto que el primer punto importante de la prueba sea la Batería de Sierra Gorda, que se situará, por tanto, en el kilómetro diez del recorrido -el año pasado fue el kilómetro 20-. De esta manera, los miles de corredores tienen trazados más amplios para que la carrera se estire, puesto que hasta llegar a este punto la prueba discurre por caminos anchos, que facilitan más tráfico de participantes, sobre todo en los adelantamientos para los más rápidos.

Según nos indica la descripción del trazado, una vez superado el Castillo de los Moros, situado en la barriada de Los Mateos, se callejea hasta llegar a la redonda de acceso al Hospital Universitario Santa Lucía. ´En ese punto giramos a la derecha para continuar por el camino que parte del estacionamiento situado fuera del recinto hospitalario y que nos acerca hasta el pie del Cabezo Marcelino, kilómetro 5 de la prueba.

Tras el ascenso al cabezo nos enfrentamos a la primera bajada en la que será importante extremar la atención. Ya contemplamos el campo de Tiro de la Media Legua en la parte baja.

Durante unos metros, nuestro camino discurre paralelo a la vía del ferrocarril y pronto nos adentramos en un pequeño bosque que nos conduce hasta el primer Avituallamiento en Vista Alegre, kilómetro 6,4 de la prueba. Aquí iniciamos los 4 kilómetros de ascenso continuo hasta el techo de la prueba, la Batería de Sierra Gorda, situada a más de 300 metros de altura. El ascenso discurre en su totalidad por camino´.

Más dificultad ofrece la bajada: ´El descenso de la Batería hasta el collado del Barranco de Escombreras se realiza a través de una senda estrecha, que nos obliga a ir en fila de uno y no permite adelantar. Además, en algunos puntos de la senda la pendiente es muy pronunciada y es fácil resbalar. Debemos estar muy atentos y extremar la precaución´. El camino conduce al Barranco del Orfeo y los corredores se dirigen al segundo avituallamiento, con el que se ha alcanzado ya el kilómetro 13,3 del recorrido.

El primer gran escollo, con un 25% de la Ruta cumplida, se ha salvado y la carrera se ha estirado, de tal forma que los participantes no encontrarán tramos de congestión que paralicen la carrera.

Los siguientes pasos, en orden inverso a ediciones anteriores, son: Calvario (16,3 kilómetros), Castillo de San Julián (22,1 kilómetros) y descenso a Cala Cortina (25,3 kilómetros).

Cabe destacar, como otras novedades importantes propuestas por la organización para el trazado de la novena edición el acceso a Navantia (33 kilómetros aprox.), con paso por el Muelle de Poniente, Dique Seco, Dique Flotante y Muelle de Armamento que permitirá ´disfrutar de unas imágenes inéditas del Arsenal Militar´.

Tras el duro ascenso al Castillo de la Atalaya, se iniciará el descenso de esta última fortaleza por el camino hormigonado -la pasada edición se descendía por una dura pendiente de recorrido más corto pero más peligrosa-, que lleva hasta la calle Carretera Atalaya y calle Peroniño, lugar en el que se sitúa el último avituallamiento antes de alcanzar la Meta.

Por último, para alcanzar el final del recorrido, en esta edición se accederá por la puerta principal de acceso a la Escuela de Infantería de Marina ´General Albacete y Fuster´. Desde ahí, solo faltarán 500 metros para llegar a la línea de llegada .