Que larga se le va a hacer lo que resta de temporada al Lorca FC, y todavía quedan casi cinco meses de competición. El conjunto lorquino cosechó su décima derrota consecutiva, sexta seguida desde que Fabri está en el banquillo. Por mucho menos, cualquier entrenador de este club, ha dejado de serlo. Esta vez perdió ante otro de los equipos de abajo, el Reus, quien no ganaba en su campo desde diciembre y desde entonces había marcado un solo gol como local. Llegó el Lorca y cambió la dinámica del conjunto tarraconense. Ganaron los catalanes y encima marcaron tres goles, todos en la segunda parte.

La imagen deportiva e institucional que está dando el club lorquino no la merecen los casi cinco mil aficionados que siguen asistiendo al Artés Carrasco. Ayer, el representante del Lorca FC en el palco del estadio Municipal fue el gerente Lucas García.

El club está descabezado, pero los emolumentos de los jugadores están garantizados por lo que no se entiende la actitud de algunos futbolistas que se enfundan la camiseta blanquiazul.

Ya son catorce los puntos que separan al Lorca de la salvación. A todo esto, el próximo rival es el Sporting, el sábado a las ocho en el estadio Artés Carrasco.

El técnico gallego del Lorca FC siguió intentando frenar la sangría de derrotas y goles encajados. Esta vez decidió hacer debutar a Digard y Gomelt en el medio campo, ante la ausencia de Javi Muñoz por sanción. El primero de ellos, con tan solo una sesión de entrenamiento completo terminado. Digard disputó su primer partido tras quince meses en el dique seco. Prescindió del argentino Nasuti y volvió a recurrir para el centro de la defensa a los que empezaron la temporada, Holgersson y Fran Cruz. Ambos, un auténtico coladero. Fabri sigue pensando que Pomares es más efectivo de medio campo hacia adelante. Al final, le tiene que quitar. Le colocó de interior zurdo, por delante de Peña. Noguera jugó de enganche y Apeh en punta.

Primera parte muy mala entre dos equipos de los flojos de la categoría. Por algo el Lorca es colista y el Reus coquetea con el descenso.

El equipo lorquino no era capaz de dar más de dos toque seguidos. El argumento siempre era el mismo: hacerse fuerte en defensa y buscar la velocidad de Aly Malle y Apeh, ambos inéditos en el día de ayer.

Pese la inactividad de Digard, éste demostró que conoce bien su trabajo, le dio carácter a la parcela ancha, se fue dosificando y al final fue sustituido. Sin embargo, el otro debutante, Gomelt, apenas se dejó ver.

La primera mitad fue igualada sin apenas acercamientos a las áreas. En el minuto seis, Dorronsoro realizó una gran intervención a disparo de Vitor Silva.

El objetivo del equipo lorquino era mantener la portería a cero, fijar bien los marcajes, no conceder faltas y córner, y esperar disponer de alguna opción atacante.

Terminó la primera mitad sin goles. Ningún equipo lo mereció. El primer objetivo lorquino se había cumplido.

Todo se fue al traste en la primera acción del segundo periodo. El Reus salió en tromba y forzó un córner a los tres minutos de la reanudación. Esa acción permitió al Reus adelantarse en el marcador por mediación de Fran Carbia. Muy mala defensa del Lorca.

Eso gol fue una estocada mortífera para los lorquinistas, ya que el equipo de Fabri es muy frágil en el aspecto psicológico.

El Reus se hizo con el partido a base de actitud. Ganaba todos los balones divididos y entraba con mucho peligro por las bandas. Empezaron los errores defensivos. Digard empezó a acusar el cansancio y Gomelt no existía. Como tampoco aparecían Noguera y Apeh.

La salida al campo de Villalibre dio otro aire a su equipo. El delantero cedido por el Athletic, está pidiendo ser titular, ya que es muy superior a los que salen de inicio. Lo poco bueno que hizo el Lorca, salió de sus botas.

El cuadro lorquino clavó la rodilla a los setenta y ocho minutos cuando Vitor Silva convirtió un penalti más que dudoso. No es que el Lorca estuviera mereciendo la igualada, pero mientras no encajas el segundo, hay un hilo de esperanza. Unos minutos antes, Dorronsoro ya evitó males mayores con una gran intervención a disparo de falta de Vitor Silva.

Pero el Lorca no tuvo poder de reacción en ningún momento. Jamás dio la sensación que podía asustar, como mínimo, al Reus.

No quedó ahí la cosa. Empeoró. Los lorquinos bajaron los brazos del todo y Lekic agradeció la falta de contundencia de los centrales para marcar el tercero.

Las aportaciones de Nando y Tropi no mejoraron lo que estaban haciendo sus compañeros.

Así es imposible pensar que este Lorca puede hacer algo positivo. Hay muchas formas de perder y el Lorca está dejando la que jamás debe mostrar un profesional.